Operativo sanitario por gusano barrenador en Querétaro
Una revisión de rutina, una de las miles que realiza el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), se convirtió en la primera línea de defensa contra una de las plagas más temidas por la ganadería nacional. ¿Fue un evento aislado o la punta de un iceberg sanitario? La respuesta comenzó a develarse en un cargamento de ganado en el municipio de Ezequiel Montes, Querétaro.
Durante la tercera inspección a un embarque proveniente del sur-sureste del país, una médica veterinaria autorizada identificó una lesión sospechosa en un bovino. La exploración clínica posterior confirmó lo que todos los protocolos buscan evitar: la presencia de larvas del gusano barrenador del ganado (GBG). De los 67 animales transportados, solo uno estaba infectado, pero esa única incursión fue suficiente para activar las alarmas de bioseguridad a nivel federal.
La notificación desencadenó una respuesta inmediata. Refuerzos del Senasica se movilizaron hacia la zona. No se trató solo de curar la herida y recolectar muestras para el diagnóstico de laboratorio. La pregunta crucial era: ¿estaba el resto del cargamento en riesgo? Como medida de contención, se aplicó un tratamiento profiláctico con ivermectina a todos los animales y se activó de forma inmediata el Protocolo de atención a incursiones, un plan diseñado específicamente para evitar la diseminación de esta plaga devastadora.
La reacción escaló rápidamente. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), al mando de Julio Berdegué, desplegó cuatro brigadas especializadas integradas por 20 médicos veterinarios. Su misión: fortalecer la vigilancia epidemiológica en la región y rastrear el origen del brote. ¿Cómo llegó exactamente el parásito a esa zona? Las investigaciones buscan conectar los puntos en la ruta del ganado.
En una acción coordinada con el Gobierno del Estado de Querétaro y el Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria (CEFPPEQ), se estableció un perímetro de seguridad con un radio de 40 kilómetros alrededor del foco de infección. Dentro de esta zona de contención, equipos especializados realizan un minucioso rastreo epidemiológico, inspeccionan a los animales y curan cualquier herida que pudiera servir de puerta de entrada a nuevas infestaciones.
El Senasica ha hecho un llamado urgente a los productores pecuarios para que mantengan una vigilancia sanitaria extrema, curen meticulosamente cualquier herida de su ganado y reporten de inmediato cualquier sospecha. Los canales de comunicación directa son el teléfono 800 751 2100, el WhatsApp 55 3996 4462 y el correo electrónico gestioncpa.dgsa@senasica.gob.mx. Este caso revela la fragilidad de los sistemas de producción y la constante batalla, a menudo invisible, que se libra para proteger la inocuidad alimentaria del país.