Pemex declara guerra preventiva contra el mantenimiento

Pemex declara guerra preventiva contra el mantenimiento

Pemex perfecciona el arte de la negligencia creativa.

En un alarde de innovación disfuncional, Petróleos Mexicanos ha perfeccionado el arte de la administración por omisión: de su catálogo de 240 amenazas ecológicas, la empresa estatal ha consagrado sus esfuerzos a ignorar metódicamente el 73%. Este logro burocrático fue presentado ante inversionistas como parte de su Estrategia de Colapso Sostenible (antes conocida como Perspectivas ASG).

La matemática de la irresponsabilidad se desglosa así: 65 riesgos “atendidos” (léase: archivados en el limbo administrativo), 62 en “proceso de atención” (esperando que se resuelvan por generación espontánea), 4 en “curso de contratación” (buscando al consultor más caro) y 46 pendientes de que algún iluminado les asigne partida presupuestal. El resto disfruta de planes de trabajo para cuando los nietos de nuestros nietos hereden el desastre.

Mientras tanto, en el mundo real, los ríos de Veracruz se transforman en exquisiteces petrolíferas gracias a la hidrología creativa de Pemex, donde las lluvias intensas -según la teoría corporativa- desarrollan inteligencia artificial para localizar puntos débiles en tuberías abandonadas.

El director de la empresa, Víctor Rodríguez Padilla, compareció ante el Congreso para revelar su filosofía operativa: “La prioridad es la vida humana“, declaró, justo después de describir cómo un derrame de hidrocarburos recorrió medio estado como si fuera atracción turística. “Es inevitable que los tubos revienten, es parte del encanto industrial”, parecía sugerir su defensa, mientras calculaba mentalmente cuántas excusas caben en un barril de petróleo.

Los números cantan su propia epopeya: 15,460 millones de pesos presupuestados para mitigar daños que podrían haberse prevenido con una fracción de esa cantidad. Una ecuación económica que sólo tiene sentido en el universo paralelo de las finanzas públicas, donde la remediación siempre es más glamorosa que la prevención.

La contabilidad fantasma de los desastres

Expertos consultados para esta sátira (perdón, “reportaje”) revelan que la realidad supera la ficción: existen más de 20,000 sitios contaminados que Pemex lleva décadas coleccionando como si fueran estampillas del Apocalipsis. Julio Valdivieso, ex presidente del Colegio de Ingenieros Ambientales, lo resume con elegancia técnica: “Es más fácil encontrar un funcionario honesto que un ducto sin fugas en esta empresa”.

El especialista Juan Carlos Machorro aporta el remate final: “Pemex anuncia que no será rentable pero sí con enfoque social. Traducción: seguiremos contaminando, pero con sentimiento”. Así funciona la nueva economía política: las refinerías cuestan el triple, rinden la mitad y los derrames son características del paisaje, no accidentes.

Mientras tanto, en los ríos de México, el crudo sigue su curso, dibujando metáforas líquidas sobre la impunidad institucional. Y en las oficinas de Pemex, alguien actualiza una presentación PowerPoint que convierte el fracaso en logro, la negligencia en estrategia y el desastre en estadística.

RELACIONADOS

Ultimas Publicadas

Matamoros

¿QUÉ PASO AYER?

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio