Negligencia corporativa en plena crisis sanitaria
Foto: El Universal.
En el contexto de una demanda colectiva contra Philips por decesos y complicaciones médicas relacionadas con ventiladores pulmonares defectuosos durante la contingencia sanitaria, Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, reveló que el dispositivo médico se siguió comercializando sin las autorizaciones correspondientes de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Fallas en el ecosistema de salud digital
Durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo este viernes 24 de octubre en Palacio Nacional, Buenrostro precisó que aunque se otorgó un “permiso excepcional“, los equipos continuaron en el mercado cuando debieron ser retirados inmediatamente. Destacó que en junio de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) emitió una alerta de seguridad sobre estos dispositivos médicos, identificándose en México los modelos E30, V60, V680, TRILOGY y EV300.
Señaló que Cofepris activó protocolos de alerta sanitaria para estos modelos: “Durante la pandemia, se implementaron soluciones tecnológicas sanitarias a nivel global debido a la escasez de equipamiento médico, por lo que estos ventiladores de nueva generación no contaban con registro sanitario convencional”. “Se les concedió un registro sanitario excepcional para aplicaciones de emergencia, por lo que todos estos dispositivos requerían supervisión continua”.
Respuesta regulatoria en la era post-pandemia
“Al concluir el periodo de contingencia, finaliza automáticamente el registro sanitario para uso de emergencia. ¿Qué implica esto? Que por disposición legal, todos los distribuidores debieron retirar inmediatamente los ventiladores al carecer de certificación sanitaria (…) Se detectó que la corporación mantenía operaciones comerciales, incluso mediante plataformas digitales”, explicó la funcionaria. Mencionó que Cofepris mantiene una investigación activa sobre el caso. “Actualmente ya no están disponibles, fueron removidos de las plataformas digitales”, afirmó al indicar que se verifica el retiro completo de los dispositivos médicos.
Precisó que el retiro del mercado es independiente de la compensación por daños y perjuicios: “La empresa debe asumir su responsabilidad legal por distribuir equipos médicos que presentaban malfuncionamiento o no cumplían con los estándares de calidad requeridos”.














