Agricultores despliegan maquinaria y cortan las principales vías federales
ZACATECAS. La tensión se materializó sobre el asfalto. Contingentes del sector agropecuario, utilizando sus propios tractores como instrumento de protesta, han bloqueado los accesos carreteros clave de Zacatecas. El epicentro del paro se sitúa en las casetas de peaje de Calera, Osiris y Las Arcinas, generando desde el amanecer extensas colas de vehículos particulares y de transporte pesado. Esta acción directa es su respuesta contundente a la propuesta de modificación de la Ley de Aguas Nacionales.
Una caravana de resistencia llega a los puntos neurálgicos
Los manifestantes, agrupados en la Unión de Pozos Agrícolas de Zacatecas, se movilizaron en una caravana desde diversos municipios del estado. Su objetivo: ocupar estratégicamente los nudos de comunicación que dan acceso a la capital por las federales 45 y 54, paralizando el flujo logístico y turístico de la región.
Efectos en cadena y advertencia aeroportuaria
La disrupción en la movilidad es inmediata y severa. El Aeropuerto Internacional de Zacatecas ha emitido una alerta oficial, instando a los pasajeros a planificar con mayor antelación sus trayectos para evitar perder sus vuelos. Aunque los bloqueos son totales, los agricultores evalúan permitir breves ventanas de circulación de diez minutos por hora para aliviar la presión vial. Aclaran que esta medida de fuerza extrema es una consecuencia directa de la falta de diálogo con las autoridades federales.
El núcleo del conflicto: una reforma considerada excluyente
El movimiento rechaza de plano la iniciativa de reforma hídrica, que consideran una amenaza existencial para la agricultura de riego. Argumentan que Zacatecas, un estado con estrés hídrico crónico, no puede ser regulado con los mismos parámetros que entidades con mayor disponibilidad del recurso. Exigen un estudio técnico de disponibilidad real antes de cualquier aprobación.
Señalan que la propuesta legislativa impondría la devolución de concesiones al Estado y establecería trámites burocráticos kafkianos para su renovación. Además, la eliminación de los subsidios a la energía para bombeo representa, en sus palabras, una descapitalización masiva del campo, golpeando con mayor crudeza a los pequeños y medianos productores, y acelerando el abandono de las tierras. Esta protesta no es solo por agua; es por la supervivencia de un ecosistema socioeconómico completo.
















