Una Vigilancia que Florece con la Experiencia
En mis años de trabajo en el ámbito de la protección ambiental, he aprendido que la verdadera defensa de nuestros ecosistemas no ocurre en los escritorios, sino en el terreno. El reciente operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) es un testimonio de ese compromiso silencioso y constante. Me llena de orgullo ver cómo, en la primera fase de este programa de verificación, se hayan inspeccionado 132,984 árboles de Navidad importados sin encontrar un solo ejemplar con plagas. Esto no es casualidad; es el resultado de protocolos refinados con el tiempo y del ojo entrenado de los inspectores que, como he visto personalmente, son la primera línea de defensa de nuestros bosques.
Lecciones en la Frontera: La Estrategia Geográfica
La sabiduría práctica nos enseña que para proteger un país, hay que conocer sus puertas de entrada. Las inspecciones se concentraron estratégicamente en cruces fronterizos clave como Tijuana y Mexicali en Baja California, Nogales y San Luis Río Colorado en Sonora, y Nuevo Laredo en Tamaulipas. Son lugares donde he atestiguado el intenso flujo comercial y comprendo la presión a la que están sometidas las autoridades. Concentrar los esfuerzos en estos puntos no es una teoría; es una lección aprendida tras décadas de trabajo, asegurando que el control sea eficiente y efectivo donde más se necesita.
Conociendo a los Visitantes: La Importancia de la Identificación
En este oficio, aprender a identificar cada especie es crucial. No todos los árboles son iguales, y cada uno tiene sus particularidades. El desglose del operativo lo confirma: el abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii) dominó el cargamento con 108,312 ejemplares (81.44%), seguido por el abeto noble (Abies procera) con 23,442 (17.62%), y una menor cantidad del abeto de Nordman (Abies nordmanniana) con 1,230 (0.94%). Conocer estas proporciones no es solo un dato estadístico; es una herramienta vital. Nos permite anticipar riesgos y ajustar los protocolos de inspección para cada tipo de conífera, un conocimiento que se perfecciona con la experiencia en cada temporada.
Un Compromiso que No Termina: La Persistencia como Clave del Éxito
Quizás la lección más valiosa que puedo compartir es que la protección ambiental es un maratón, no un sprint. El que la primera etapa, del 4 al 18 de noviembre, haya arrojado resultados tan positivos es excelente, pero lo más importante es que el operativo se mantendrá hasta el 5 de diciembre. He visto muchos programas fracasar por detenerse demasiado pronto. Esta persistencia es fundamental para disuadir intentos de irregularidades y para asegurar que, hasta el último momento, se prevenga la introducción de plagas de importancia cuarentenaria. Es esta dedicación continua la que realmente protege la riqueza forestal de México para las futuras generaciones.
















