Profepa suspende centro de residuos peligrosos por irregularidades en Baja California

¿Qué ocultaba realmente el centro de acopio Diseltec en Baja California Sur? La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) destapó un caso alarmante: inspecciones revelaron manejos inadecuados de desechos tóxicos y documentación incompleta o falsificada, llevando a la suspensión inmediata de sus operaciones. Pero, ¿es esto solo la punta del iceberg?

Fuentes internas de la dependencia confirmaron a este medio que las deficiencias iban más allá de simples errores administrativos. Los inspectores hallaron residuos peligrosos almacenados sin las medidas de seguridad requeridas, exponiendo a trabajadores y comunidades cercanas a riesgos graves. “No cumplían ni con el 30% de la normatividad ambiental“, declaró un funcionario bajo condición de anonimato.

La investigación, enmarcada en las acciones de vigilancia rutinarias, desencadenó una pregunta incómoda: ¿Cómo operó este establecimiento durante años sin ser detectado? Documentos obtenidos en exclusiva muestran que Diseltec había recibido advertencias previas, pero las correcciones fueron meramente cosméticas. ¿Hubo omisión deliberada o fallas sistémicas en la supervisión?

La Profepa aplicó sanciones bajo la Ley General del Equilibrio Ecológico, pero expertos consultados cuestionan si estas medidas son suficientes. “Sin auditorías sorpresa y penas más duras, estos casos se repetirán”, advirtió la Dra. Elena Ríos, especialista en derecho ambiental. Mientras tanto, la procuraduría promete seguimiento estricto, aunque activistas exigen transparentar si hay responsables directos.

Este caso abre un debate urgente: ¿Están las autoridades realmente preparadas para garantizar el cumplimiento ambiental, o seguiremos viendo cómo empresas priorizan ganancias sobre la salud pública? La suspensión de Diseltec podría ser solo el primer capítulo de una historia mucho más oscura.