Detrás de las frías cifras oficiales se esconde una realidad que merece ser escrutada. El programa Mujeres Fuerza del Sureste, promocionado como palanca de inclusión financiera y emprendimiento, ha desembolsado 12.6 millones de pesos en 2,339 créditos entre octubre de 2024 y junio de 2025. Pero, ¿qué hay más allá de los números? ¿Estos recursos realmente están generando el cambio estructural que se pregona?
Nuestra investigación revela que los créditos, efectivamente otorgados con condiciones preferenciales inusuales en la banca comercial, vinieron acompañados de un componente formativo clave: una capacitación en línea que culminó con la graduación de 218 empresarias. El foco geográfico se concentró en cinco estados: Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Yucatán, regiones históricamente relegadas de los grandes circuitos de financiamiento.
El verdadero interrogante que surge es si este modelo de apoyo, que combina capital semilla con formación, logrará consolidar las unidades económicas lideradas por mujeres o si se trata de otra solución temporal. La persistente brecha de género en el acceso al capital sugiere que iniciativas como esta deben ser examinadas con lupa, más allá del anuncio inicial, para determinar su impacto real en la autonomía económica de las emprendedoras del sureste.