Repatrían este jueves restos de migrante michoacano fallecido en redada del ICE

Los restos de Silverio Villegas, el migrante de 38 años que perdió la vida durante una intervención de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, serán repatriados a México este jueves.

El cuerpo llegará a su localidad natal, Loma de Chupio, en el municipio de Irimbo, Michoacán, confirmaron fuentes de la Secretaría del Migrante del estado. La Cancillería mexicana asumirá los costos del traslado aéreo desde Estados Unidos, en un acto que busca dar sepultura al hombre once días después de los trágicos sucesos ocurridos en Franklin Park, Illinois. Los hechos que condujeron a esta repatriación se remontan al 12 de septiembre.

Según la versión proporcionada por las autoridades migratorias estadounidenses, los agentes del ICE se encontraban realizando una redada cuando se toparon con Silverio Villegas. El ICE defendió la actuación de sus agentes afirmando que Villegas “intentó conducir su vehículo contra el equipo de arresto, golpeando a un agente y arrastrándolo mientras huía del lugar. Temiendo por su vida, el agente disparó su arma de fuego e impactó en el hombre. Tanto el agente como el hombre recibieron atención médica de inmediato y fueron trasladados a un hospital”.

La muerte de Villegas, a quien las autoridades describen como una persona en situación migratoria irregular, fue certificada en el centro hospitalario. El agente involucrado habría sufrido heridas de consideración. Sin embargo, la narrativa de los hechos presenta matices cruciales que han generado una profunda preocupación por parte de las autoridades mexicanas. Testimonios y versiones que han circulado indican que Silverio Villegas, quien trabajaba como cocinero, habría sido sometido a la fuerza en presencia de sus dos hijos menores de edad.

Este detalle añade una capa de dramatismo y cuestionamiento sobre los protocolos utilizados durante la intervención, particularmente en lo que respecta a la protección de menores en situaciones de alta tensión. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha emitido un comunicado formal en el que insta a las autoridades estadounidenses a realizar una investigación exhaustiva, transparente y expedita sobre el caso, subrayando la necesidad de esclarecer las circunstancias exactas que rodearon el uso de la fuerza letal. El proceso de repatriación, coordinado entre la SRE y la Secretaría del Migrante de Michoacán, representa la culminación de un trámite consular y administrativo complejo que sigue a la muerte de un connacional en el extranjero.

Este mecanismo, activado en casos de fallecimiento, implica la gestión de documentación internacional, la liberación del cuerpo por parte de las autoridades forenses locales y la logística del transporte. La llegada de los restos a la comunidad de Loma de Chupio marcará el inicio del duelo para la familia y la comunidad de Villegas, poniendo fin a una espera angustiante y abriendo la puerta a la búsqueda de justicia. Este incidente se enmarca en un contexto más amplio de las relaciones migratorias entre México y Estados Unidos, donde la actuación de las agencias de control fronterizo es un tema de constante vigilancia y diálogo bilateral.

La muerte de Silverio Villegas reactiva debates sobre los procedimientos de arresto, el uso proporcional de la fuerza y la protección de los derechos humanos de los migrantes, independientemente de su estatus legal. Para la comunidad migrante michoacana, este caso es un recordatorio doloroso de los riesgos extremos que enfrentan las personas en su búsqueda de oportunidades, y subraya la imperiosa necesidad de que las investigaciones correspondientes no solo determinen responsabilidades, sino que también impulsen revisiones de protocolos para prevenir tragedias similares en el futuro. La repatriación es, por tanto, un acto humanitario esencial, pero también un punto de partida para exigir accountability y garantías de no repetición.

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