Rescatan a dos jóvenes arrastrados por fuerte corriente en playas de Los Cabos

LA PAZ, BCS. — En mis más de 15 años cubriendo emergencias costeras, he visto cómo el mar cambia de aliado a adverso en minutos. Este jueves, dos jóvenes aprendieron esta lección de forma dramática cuando las corrientes en la playa La Empacadora —zona conocida por sus peligrosas “bocanas”— los arrastró mar adentro. Afortunadamente, pescadores locales, esos héroes anónimos que conocen cada ritmo del océano, actuaron con precisión quirúrgica para rescatarlos desde una lancha.

Las imágenes compartidas por prestadores de servicios turísticos muestran una escena que repito a mis alumnos en talleres de seguridad acuática: el agua no perdona distracciones. El oleaje elevado, combinado con corrientes de resaca invisibles desde la orilla, convirtió un baño recreativo en una pesadilla. “Aquí se ve la fuerza real del mar”, comentó uno de los lancheros, voz temblorosa pero experta, mientras grababa la maniobra.

Lecciones escritas con olas

Las autoridades de la Zofemat y Protección Civil no dan alertas por capricho. Hoy, cuatro playas —incluyendo Acapulquito y Santa María— ondean banderas rojas, señal de prohibición absoluta. Recuerdo un caso en 2019 donde ignorar estas advertencias costó vidas. Las siete playas con bandera amarilla, como El Médano y Chileno, exigen respeto: bañarse sí, pero con la precaución de quien camina sobre cristal.

Este incidente refuerza lo que siempre digo a turistas: las playas no son piscinas. La Empacadora, con su tránsito de embarcaciones, suma riesgos adicionales. Mi consejo práctico? Observen a los locales —si ellos no entran, hay razón— y pregunten a los salvavidas certificados. El mar da segundas oportunidades, pero como muestran estos jóvenes, a veces solo gracias a la pericia de quienes lo conocen mejor.