Restos humanos con mensajes de amenaza aparecen en Ecatepec y Acolman

Un nuevo capítulo de horror se escribe en el Estado de México. ¿Qué conexiones ocultas unen estos hallazgos? Tres bolsas con fragmentos de cuerpos humanos, dos de ellas acompañadas por narcomensajes, aparecieron en puntos estratégicos de Ecatepec y Acolman, territorios históricamente marcados por la violencia del crimen organizado.

Fuentes cercanas a la investigación revelaron a este medio que el primer paquete fue localizado en la carretera federal México-Pachuca, cerca de la colonia Santa María Chiconautla. Horas después, otro hallazgo escalofriante surgió en la vía Lechería-Texcoco, mientras que el tercer envoltorio apareció en el distribuidor vial que conecta con la autopista México-Pirámides.

¿Se trata de un mensaje territorial entre grupos rivales? ¿O existe un patrón más siniestro detrás de estos emplazamientos cuidadosamente seleccionados? Expertos consultados señalan que la elección de vías de alto tráfico no es casual: “Son claras demostraciones de fuerza”, advierte un analista de seguridad que pidió anonimato.

Las autoridades trasladaron los restos al Servicio Médico Forense, donde peritos intentarán determinar si pertenecen a una misma víctima o si, por el contrario, estamos ante múltiples casos. Mientras tanto, vecinos de las zonas afectadas viven entre el temor y la indignación. “Esto ya no es nuevo, pero duele igual”, confiesa una habitante de Tepexpan bajo condición de reserva.

Este medio ha confirmado que se están revisando cámaras de vigilancia de las carreteras y que la Fiscalía analiza posibles vínculos con otros casos recientes. La pregunta que queda flotando: ¿Cuántos secretos más guardan estos caminos?