En mi larga trayectoria siguiendo el pulso económico de Aguascalientes, he sido testigo de cómo los anuncios de expansión industrial, como el de Sabropollo, son siempre un termómetro de confianza y prosperidad. La reunión de la Gobernadora Tere Jiménez Esquivel con los directivos de la firma no es un mero acto protocolario; es la materialización de una alianza público-privada que, con los años, he aprendido que es el verdadero cimiento del desarrollo sostenible.
He visto proyectos venir y irse, pero lo que distingue a una iniciativa sólida es el detalle. Aquí, no se habla solo de aumentar la capacidad productiva; se mencionan mejoras en infraestructura, un compromiso con la tecnología de vanguardia y una clara conciencia medioambiental. Son estas las lecciones que marcan la diferencia: la inversión que perdura es aquella que moderniza, eficienta y cuida su entorno, no la que solo extrae.
Las palabras de la Gobernadora, “Cuenten conmigo para que su empresa siga creciendo”, resuenan con una verdad que he comprobado una y otra vez: el éxito de un corporativo está intrínsecamente ligado al apoyo y la facilitación de un gobierno que entiende su papel como habilitador. No es solo about discursos; es about crear las condiciones reales—infraestructura robusta y, crucialmente, seguridad—para que la operación florezca. Es un ganar-ganar que, cuando funciona, se convierte en el mejor caso de estudio.
La confianza depositada por los representantes de Sabropollo en las condiciones de Aguascalientes es un testimonio elocuente. Esta empresa, con su trayectoria en la producción avícola y de alimento balanceado, no tomaría a la ligera una decisión de esta envergadura. Su operación bajo estrictas normas internacionales nos habla de un rigor que, desde mi experiencia, solo tienen las organizaciones que piensan en el largo plazo.
El resultado tangible, más allá de las cifras de producción, será la generación de nuevos puestos de trabajo y la consolidación de la compañía como un pilar económico para la región. En esencia, este es el tipo de crecimiento que todos anhelamos: uno que es robusto, responsable y que deja una huella positiva perdurable en la comunidad.