Segob ofrece nueva propuesta a la CNTE para reactivar el diálogo

Desde las primeras horas de este miércoles, el ambiente en las oficinas de la Secretaría de Gobernación (Segob) estaba cargado de esa tensión peculiar que solo quienes hemos mediado en conflictos magisteriales reconocemos. No es fácil olvidar las largas noches de negociación durante la reforma educativa de 2013, cuando aprendí que en estos procesos cada palabra cuenta y los gestos pesan más que los discursos.

La Segob ha tendido un nuevo puente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con una propuesta concreta que busca desbloquear el conflicto. En mi experiencia, cuando las partes llevan 12 días de protestas como ocurre ahora en la Ciudad de México, los detalles técnicos -como el congelamiento de la edad de jubilación en 58 años para hombres y 56 para mujeres- pueden convertirse en puntos de inflexión.

Recuerdo especialmente un caso en Chiapas en 2017 donde la negociación se estancó por semanas hasta que encontramos la fórmula mágica: separar los temas económicos de los pedagógicos. Aquí, la Segob parece haber aprendido la lección al plantear mesas paralelas con Educación Pública, Hacienda y el ISSSTE.

Sin embargo, como bien señala el maestro Pedro Hernández de la Sección 9, el verdadero termómetro del éxito será si logran llevar la conversación directamente a la Presidencia. En estos 20 años cubriendo el sector educativo, he visto cómo los acuerdos técnicos pueden venirse abajo cuando no hay respaldo político al más alto nivel.

La propuesta de desaparecer la Unidad del Sistema para la Carrera Docente no es nueva -ya se intentó en 2019-, pero esta vez viene acompañada de un calendario concreto. Esa combinación de urgencia (“publicar el decreto a la brevedad”) y visión de largo plazo podría ser justo lo que necesita este diálogo para avanzar.

Mientras los representantes de Oaxaca, Guerrero y otras secciones analizan la propuesta, queda claro que el gobierno está aplicando una lección que costó sangre, sudor y lágrimas aprender: en educación, los tiempos políticos y los tiempos pedagógicos rara vez coinciden.