Seis hombres asesinados en Acapulco revelan patrón de violencia extrema

Acapulco amaneció teñido de sangre este jueves, con un saldo de seis víctimas mortales en distintos puntos de la ciudad. Los hechos, aparentemente desconectados, comparten un modus operandi que despierta alarmas entre autoridades y ciudadanos. ¿Se trata de un mensaje del crimen organizado o de una escalada incontrolable de violencia?

Los primeros reportes llegaron desde la colonia Renacimiento, donde alrededor de las 11:20 horas, un taxi colectivo abandonado ocultaba un hallazgo macabro: dos cuerpos sin vida en la cajuela, decapitados. Horas antes, en Las Cruces, otro vehículo de transporte compartido escondía el mismo patrón: dos víctimas decapitadas. ¿Por qué los asesinos eligieron taxis colectivos como escenario del crimen?

Pero la violencia no terminó ahí. En los primeros minutos del día, un cuerpo envuelto en sábanas y amarrado apareció en Renacimiento, también sin cabeza. Más tarde, en Costa Dorada, un hombre fue acribillado a balazos frente a su casa, para luego ser arrastrado al interior por sus atacantes. ¿Qué conecta estos crímenes?

Fuentes policiales consultadas bajo reserva señalan que las víctimas podrían estar vinculadas a grupos delictivos rivales, aunque se mantiene hermetismo sobre sus identidades. Testigos en Llano Largo relataron a este medio haber escuchado disparos intensos antes del hallazgo del cuerpo, pero nadie se atrevió a intervenir. “Aquí ya sabemos que ver algo es ponerse en riesgo”, confesó un vecino que pidió anonimato.

Expertos en seguridad advierten que el uso de decapitaciones y vehículos de transporte público como escenarios del crimen refleja una táctica de terror psicológico. “No solo matan, sino que buscan que el mensaje se difunda”, explica un analista. Mientras las autoridades prometen investigar, los habitantes de Acapulco se preguntan: ¿quién será el próximo?

Lo único claro es que, tras esta jornada, la paz en el puerto parece más lejana que nunca. Las preguntas superan a las respuestas, y el miedo se instala en las calles.