Semar incauta 5 mil 500 litros de diésel robado en Chiapas

Ciudad Hidalgo, Chiapas. Bajo un sol inclemente y en una zona estratégica a menos de 5 kilómetros de la frontera con Guatemala, la Secretaría de Marina (Semar) ejecutó un operativo que dejó al descubierto un nuevo eslabón en la cadena del robo de hidrocarburos. ¿Quiénes estaban detrás de este almacén clandestino? ¿Por qué, pese al volumen incautado, no hubo detenidos? Las respuestas, como siempre, se esfuman entre los pliegues de la burocracia.

Fuentes oficiales confirmaron a este medio que, durante un cateo en un predio de Ciudad Hidalgo, se hallaron 92 bidones con aproximadamente 5,500 litros de diésel de presunto origen ilícito. La Fiscalía General de la República (FGR) y cuerpos estatales como la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal participaron en el despliegue. Sin embargo, el comunicado de prensa omitió detalles clave: ¿Este combustible provenía de ductos estatales? ¿Estaba destinado al mercado negro local o a su exportación ilegal?

Lo que sí se sabe es que el modus operandi repite patrones. Solo en febrero, la FGR desmanteló 12 puntos de venta clandestina en la autopista Chiapa de Corzo-San Cristóbal. Y a finales de mayo, en Tabasco, se incautaron 3 millones de litros de huachicol. Los números son contundentes, pero las redes criminales parecen inagotables. Expertos consultados señalan que, sin inteligencia financiera para rastrear los flujos de dinero, estos golpes son apenas parches.

Mientras el predio intervenido permanece sellado y bajo custodia, una pregunta flota en el aire: ¿Cuántos almacenes como este operan impunemente en el Soconusco, esa región fértil para el contrabando? La Marina asegura el combustible, pero la verdadera trama —los nombres, las rutas, los cómplices— sigue oculta.