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Senasica expone red de medicamentos veterinarios falsos en México

Descubre cómo identificar medicamentos veterinarios ilegales y protege la salud de tus animales.

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El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha destapado una trama preocupante: tres fármacos veterinarios fraudulentos—Catarrol Oral, Hemoplex y Rabi Volt—se comercializan ilegalmente en México, poniendo en riesgo la salud de los animales. Estos productos, promocionados para tratar enfermedades respiratorias, anemia y rabia, carecen de aval científico y registros sanitarios legítimos, revelando grietas en el sistema de control farmacéutico.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) desenmascaró que el Laboratorio Biofarmex niega la fabricación del Catarrol Oral, un producto sin expediente técnico que garantice su seguridad. Peor aún, el Hemoplex—aunque registrado en México—tiene un lote fantasma (Y2K22093) distribuido clandestinamente. Los envases exhiben códigos de países centroamericanos, pero son falsificaciones burdas con números inventados.

¿Cómo funciona este mercado negro? El Rabi Volt opera sin ningún registro, demostrando que los delincuentes aprovechan la demanda de tratamientos urgentes para mascotas y ganado. Senasica urge a ciudadanos y profesionales veterinarios a reportar ventas sospechosas mediante denunciaciudadana@senasica.gob.mx o farmacovigilanciavet@senasica.gob.mx ante reacciones adversas.

Esta crisis revela una oportunidad: el micrositio Alerta Sanitaria del Sistema de Farmacovigilancia Veterinaria se convierte en un arma clave para mapear redes fraudulentas. La Dirección General de Salud Animal monitorea denuncias en tiempo real, pero el eslabón débil sigue siendo la distribución informal. ¿Podría la blockchain rastrear cada lote legítimo? ¿O los laboratorios deberían adoptar hologramas imposibles de clonar? La solución requiere innovación disruptiva: tal vez inteligencia artificial cruzando datos de ventas con patrones geográficos inusuales.

Este escenario no es solo un delito: es un experimento no consentido con la vida animal. Mientras las autoridades cierran el cerco, cada denuncia ciudadana teje una red de protección más fuerte. El futuro de la salud veterinaria depende de sistemas antifraude tan ágiles como las mentes que los burlan.

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