Sheinbaum abraza a Brugada mientras la justicia sigue en pausa

Ciudad de México — En un despliegue de solidaridad que conmovió hasta a los micrófonos más cínicos, la Presidenta Claudia Sheinbaum abrazó con fervor revolucionario a la Jefa de Gobierno Clara Brugada, recordándole que no está sola en su cruzada contra la impunidad… o al menos en su cruzada contra la soledad protocolaria. “Estamos trabajando conjuntamente”, declaró Sheinbaum, mientras un ejército de funcionarios asentía al unísono, como si la justicia fuera una coreografía bien ensayada y no un derecho pendiente.

La mandataria, en su conferencia matutina Las mañaneras del pueblo (antes conocida como El reality de la esperanza), aseguró que todo el Gabinete de Seguridad está “trabajando” para esclarecer los hechos. Curiosamente, el verbo “trabajar” aquí parece significar “emitir comunicados”, “abrazarse en público” y “nombrar comisiones”, mientras las cifras de violencia siguen su imparable ascenso hacia el Olimpo de las estadísticas trágicas.

El reconocimiento que nadie pidió

Mientras tanto, en un giro argumental digno de telenovela, Sheinbaum recibió con modestia revolucionaria una insignia de oro de la Americas Society, asegurando que el mérito era del pueblo. “No es a mí, es a nosotros”, declaró, en un acto de humildad tan conmovedor que casi hace olvidar que el pueblo sigue esperando respuestas sobre esos dos colaboradores asesinados. Pero, ¿quién necesita justicia cuando tienes medallas?

“Lo que nos importa es el respaldo del pueblo”, añadió, en una frase que resonó con ironía involuntaria, pues ese mismo respaldo parece depender de cuántas veces se repita “no robar, no mentir, no traicionar” frente a un micrófono. Mientras tanto, en las calles, el pueblo sigue preguntándose cuándo llegará ese famoso “reconocimiento” convertido en seguridad, empleo o, al menos, en calles sin baches.