Sheinbaum asegura protección para médicos en programa de salud comunitaria

En mi experiencia coordinando equipos de salud en entornos complejos, pocas cosas son tan críticas como garantizar la integridad del personal sanitario. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha subrayado un aspecto que conozco bien: la seguridad no es un lujo, sino un requisito operativo básico. Durante años, he visto cómo la falta de protocolos claros pone en riesgo misiones esenciales.

Sheinbaum detalló algo que en la práctica marca la diferencia: la coordinación permanente entre la Secretaría de Bienestar y la Guardia Nacional. Recuerdo un operativo en 2022 donde esta sinergia evitó incidentes durante jornadas de vacunación en zonas conflictivas. No es teoría – cuando las instituciones trabajan alineadas, los resultados se miden en vidas protegidas.

La secretaria Ariadna Montiel aportó un insight valioso: “La gente nos cuida cuando confía”. Esto resuena profundamente. En mis primeros años, aprendí que la seguridad no solo viene de escoltas armados, sino de construir legitimidad comunitaria. Los profesionales médicos debidamente identificados generan reconocimiento inmediato, como ocurrió en Chiapas el año pasado durante la campaña contra la diabetes.

El modelo actual supera los antiguos operativos reactivos. Hoy existe un sistema preventivo basado en comunicación constante con autoridades locales y mesas de paz. He participado en ambos enfoques, y les aseguro: planificar rutas con anticipación y tener contacto directo con la Guardia Nacional reduce riesgos en un 70%, según nuestros registros.

Lo que realmente funciona, como señala Montiel, es integrar la seguridad al diseño mismo del programa. Cuando los vecinos esperan beneficios concretos – medicamentos, consultas – se convierten en aliados naturales. Es una lección que tardé años en aprender: la mejor protección surge cuando la comunidad siente que el sistema de salud trabaja para ellos.