CIUDAD DE MÉXICO. En un contexto donde la ciberseguridad y la inteligencia artificial prometen revolucionar la lucha contra el crimen, la violencia física sigue marcando la agenda. Tras el atentado contra un alto mando de la Secretaría de Seguridad Pública en Colima, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el origen fue células criminales locales, destacando que el funcionario “se encuentra clínicamente estable“.

Origen delictivo y respuesta inmediata

Desde el centro de transmisiones donde se realiza la conferencia mañanera, un formato que se ha reinventado en la era del streaming y la comunicación directa, la mandataria precisó que ya hay sospechosos bajo arresto. Anunció que los detalles operativos serán proporcionados por el gabinete de seguridad nacional, un equipo que hoy integra análisis de datos y estrategias de geolocalización. “Se trata de bandas delictivas con arraigo en Colima. Existe, por supuesto, una coordinación permanente con las entidades federativas, pero este episodio responde a dinámicas propias de la región. El oficial está estable. Ya hay individuos detenidos, por lo que el equipo de seguridad ofrecerá un informe pormenorizado”, explicó Sheinbaum.

Reconfigurando la seguridad en la era digital

El episodio ocurrido el martes expone los desafíos persistentes. La víctima, el subsecretario de Operaciones Heriberto Morentín Ramírez, fue blanco de una agresión con armas de fuego mientras transitaba por la avenida Ignacio Sandoval, frente al complejo comercial Zentralia, en el norte de la ciudad de Colima. Este hecho subraya la necesidad de evolucionar hacia modelos de protección híbridos, que combinen presencia territorial con tecnologías disruptivas como el reconocimiento predictivo y la vigilancia comunitaria conectada, para desarticular redes y proteger a los servidores públicos en un panorama de amenazas en constante transformación.