Desde mi experiencia en el análisis de políticas públicas, he visto cómo los discursos de transformación pueden quedarse en retórica o, por el contrario, materializarse en acciones concretas. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha enfatizado una y otra vez que los gobiernos de la llamada cuarta transformación operan bajo una premisa fundamental: transferir recursos y beneficios directamente al pueblo. Esta filosofía, según ella, marca una ruptura diametral con lo que denomina el periodo neoliberal, una época que, en mi observación, muchos ciudadanos asocian con el desmantelamiento de la red de protección social.
Durante la presentación del programa de Vivienda para el Bienestar en Playa del Carmen, Quintana Roo, la mandataria no solo listó logros, sino que articuló una narrativa de contraste. He aprendido que en política, la creación de una identidad clara es tan crucial como las propias políticas. Sheinbaum afirmó con contundencia que la inflación se mantiene bajo control y reafirmó el compromiso de su administración con el incremento continuo del salario mínimo. “Cuando afirmamos que somos gobiernos del pueblo, es porque somos ejecutivos que otorgan. Antes del inicio de esta transformación, las administraciones previas le sustraían al pueblo para beneficiar a unos cuantos y a sus allegados; eran gobiernos de privilegios y de una profunda corrupción. Pero en 2018, con la llegada del presidente López Obrador, (…) proclamamos que seríamos gobiernos del pueblo, por el pueblo y para el pueblo“, declaró.
Panorama económico: inflación controlada y salario en ascenso
La titular del Ejecutivo federal fue más allá, un recurso retórico que he visto usar para consolidar bases y desafiar a la oposición. Sostuvo que quienes se oponen a su proyecto de gobierno lo hacen por un deseo de “conservar sus privilegios”. “¿Quién podría oponerse a gobiernos honestos, a administraciones que brindan al pueblo, después de haber padecido aquellas que le expoliaban? Solo quienes defienden esos privilegios”, cuestionó.
“A toda la nación le va mejor, porque nuestra guía es el principio de ‘por el bien de todos, primero los pobres’. Observen, pronosticaban graves problemas económicos para el país. Pues no, la realidad es que la inflación está contenida, y continuaremos incrementando el salario mínimo porque fue un compromiso de campaña que vamos a honrar”, aseguró la mandataria federal.
También resaltó indicadores macroeconómicos positivos, como los récords en Inversión Extranjera Directa y la generación de empleos formales. Respecto a un tema de gran expectativa pública, garantizó que, tras algunos contratiempos logísticos, la red de Farmacias del Bienestar iniciará operaciones en diciembre en el Estado de México.
En un gesto que busca cimentar la confianza, Sheinbaum reiteró su rechazo a la corrupción y enfatizó que los programas de Bienestar ahora son un derecho constitucional, no una concesión temporal. “Y asumimos otro compromiso: que el Tren Maya no será exclusivamente para pasajeros, sino también de carga. La obra avanza significativamente. Esta tarde inspeccionaremos el tramo de carga. ¿Cuál es el objetivo? Facilitar una mejor distribución de combustibles para que el precio de la gasolina disminuya en esta región del sureste mexicano”, explicó.
Finalmente, la presidenta extendió una invitación abierta para que el próximo 6 de diciembre la ciudadanía se congregue en el Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar “siete años de transformación en la vida pública de México”.
El Infonavit y el nuevo paradigma de la vivienda
Octavio Romero Oropeza, director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), fundamentó el cambio de modelo. He analizado por años el sector vivienda, y su declaración de que la “vivienda es un derecho, no una mercancía” representa un cambio de paradigma profundo, enfocado en mejorar la calidad de vida de las familias más allá del simple métrico de unidades construidas.
Señaló que durante el periodo neoliberal se priorizaba la cantidad sobre la calidad, entregando inmuebles en ubicaciones deficientes y otorgando créditos abusivos que resultaban impagables para muchas familias, generando más conflictos que soluciones. El director del Infonavit afirmó que con la cuarta transformación se emprendieron acciones correctivas para subsanar “las injusticias del periodo neoliberal“, implementando beneficios tangibles como la reducción de tasas de interés, disminución de la mensualidad y descuentos sobre el saldo deudor. “Mantendremos nuestro empeño para construir bienestar para las y los trabajadores de México”, concluyó Romero Oropeza.
Por su parte, Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, puso como ejemplo tangible el desarrollo Edén Bienestar, un conjunto de 992 viviendas que describió como “esperanza construida” y “derechos garantizados”.
Edna Vega, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), detalló los avances en la entidad: la entrega de 225 viviendas nuevas, la concesión de créditos para mejoramientos habitacionales, y la liberación de hipotecas y escrituraciones. “Estamos generando nuevas condiciones en todos los sentidos, para la población que más lo requiere”, afirmó Vega, destacando que a nivel nacional hay más de 300 mil soluciones habitacionales en proceso dentro de este programa.
