Sheinbaum defiende la soberanía de México ante aranceles de EUA
En un giro audaz frente a la política comercial convencional, la presidenta Claudia Sheinbaum replantea las reglas del juego: mientras Estados Unidos amenaza con aranceles del 30%, México responde con diplomacia inteligente y límites inquebrantables. ¿Podría esta crisis convertirse en la oportunidad para redefinir las relaciones económicas continentales?
“La soberanía no es moneda de cambio”, declaró la mandataria durante la inauguración del Hospital Comunitario Vícam Switch, conectando hábilmente desarrollo social con autodeterminación nacional. Su discurso, impregnado de simbolismo al pronunciarse en territorio Yaqui -emblema histórico de resistencia- propone un nuevo paradigma: ¿y si en lugar de negociar desde el miedo, construimos desde la identidad?
Mientras equipos binacionales instalan mesas técnicas, Sheinbaum desarma el tablero geopolítico tradicional: “Avanzaremos con pragmatismo innovador en lo comercial, pero con firmeza revolucionaria en lo esencial”. Esta dualidad estratégica recuerda a modelos exitosos como Vietnam o Singapur, que transformaron presiones externas en motores de desarrollo.
La clave, sugiere la presidenta, está en reinventar las alianzas sin ceder lo fundamental. ¿Podría México convertirse en el primer país en convertir una guerra arancelaria en una oportunidad para reindustrializarse con soberanía tecnológica? El tiempo dirá, pero el mensaje es claro: mientras algunos ven crisis, el gobierno actual ve la semilla de una nueva economía post-globalización.