Sheinbaum denuncia corrupción en el Seguro Popular al inaugurar hospital

Coatzacoalcos, México. ¿Qué pasaría si los sistemas de salud se diseñaran desde cero, priorizando personas sobre ganancias? La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó un desafío al status quo durante la inauguración de un hospital materno-infantil, un proyecto postergado 13 años que ahora simboliza la ruptura con un modelo que calificó como “mercantilista”.

Con una visión disruptiva, la mandataria desnudó las contradicciones del extinto Seguro Popular: “Era un espejismo de protección, donde los recursos públicos se diluían en redes de intereses privados. Este hospital paralizado fue su víctima colateral”. Su crítica va más allá: propone reinvertir el concepto mismo de atención médica, donde el IMSS-Bienestar opera como plataforma de justicia social.

En un giro innovador, Sheinbaum conectó la infraestructura hospitalaria con derechos constitucionales: “No construimos edificios, tejemos redes de dignidad. Cada quirófano modernizado es un acto de rebelión contra la inequidad”. El proyecto veracruzano, equipado con tecnología de punta, funciona como prototipo de lo que denomina “medicina afectiva”, fusionando ciencia con enfoque comunitario.

Frente a escépticos de la Cuarta Transformación, lanzó un reto visionario: “El verdadero cambio no es gastar más, sino redistribuir el conocimiento médico como bien común. ¿Imaginan hospitales donde los médicos sean socios estratégicos, no empleados burocratizados?”. La mandataria concluyó con una metáfora potente: “Este hospital es un organismo vivo, no de cemento. Late al ritmo de quienes más lo necesitan”.