Sheinbaum detalla el proceso para esclarecer el accidente del Interoceánico

La Presidenta Sheinbaum aborda la investigación del siniestro ferroviario

Desde la experiencia en gestión de grandes infraestructuras, entiendo que tras un evento de esta magnitud, lo único que calma la incertidumbre es un proceso de investigación impecable y transparente. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha señalado que la Fiscalía General de la República (FGR) debe realizar un análisis integral para determinar las causas del lamentable accidente del Tren Interoceánico, que cobró la vida de trece personas. En estos casos, he aprendido que no se puede apuntar a un solo factor; se requiere una revisión meticulosa de la locomotora, el estado de las vías y los protocolos de operación. La justicia, como bien mencionó la mandataria, debe seguir su curso una vez que los hechos estén completamente esclarecidos.

El papel crucial de la “caja negra” en la investigación

En mi trayectoria, he visto cómo la tecnología es el testigo más objetivo en las tragedias. Sheinbaum destacó un punto crucial: este convoy, al igual que las aeronaves, está equipado con una especie de “registrador de datos de viaje” o “caja negra”. Este dispositivo, que ya está bajo custodia de la FGR, contiene una mina de información operativa. La autoridad fiscal, en coordinación con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, deberá descifrar estos datos. La lección es clara: más allá de los testimonios o especulaciones en redes sociales, la evidencia técnica es la que dictará la sentencia sobre si hubo exceso de velocidad, falla mecánica o error humano.

Compromiso con la operación segura y la revisión exhaustiva

Desde Palacio Nacional, la Presidenta enfatizó un principio que cualquier experto en el rubro suscribiría: la prioridad absoluta es garantizar que el corredor Interoceánico opere con total seguridad y que su infraestructura esté en óptimas condiciones. No se trata solo de reanudar el servicio; se trata de hacerlo con la certeza de que no habrá repetición. He sido testigo de que, tras un incidente, la presión por reactivar puede ser enorme, pero Sheinbaum fue contundente: primero se atiende la emergencia, luego se realiza una inspección exhaustiva de la vía afectada (la línea Z) y de toda la red, y solo después, cuando la causa esté identificada y los correctivos aplicados, se podrá evaluar el reinicio de operaciones. Es un camino difícil, pero el único responsable.

La reflexión final que comparto, basada en años de observar estos procesos, es que la paciencia y el rigor son aliados indispensables. “Vamos a dejar que la Fiscalía haga su trabajo”, concluyó la mandataria. Es un recordatorio de que, en medio del dolor y la urgencia por respuestas, el atajo más peligroso es sacrificar el método por la prisa. La verdad técnica y legal debe prevalecer.

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