Un Legado que se Niega a ser Sólo Historia
Desde mi experiencia en el estudio de nuestra historia, he aprendido que los lugares tienen una energía particular. Hoy, al acompañar virtualmente a la presidenta Claudia Sheinbaum en la inauguración del Museo Casa Benito Juárez en Veracruz, sentí ese escalofrío que sólo proviene de pisar un suelo sagrado para la patria. No es sólo un edificio; es el recinto donde el Benemérito de las Américas y su gabinete tomaron decisiones que moldearon el destino de la nación durante los años más convulsos de la República. He visitado muchos sitios históricos, y te puedo asegurar que en estos muros aún resuena el eco de las discusiones que forjaron a México.
Sheinbaum, desde sus redes sociales, nos recordó una efeméride crucial: este 2025 se cumplen 170 años de la promulgación de la Ley Juárez. En mis años de investigación, he visto cómo se malinterpreta este hecho. No fue una mera reforma legal; fue el golpe de martillo que comenzó a quebrar los cimientos del antiguo régimen. Este estatuto jurídico, pilar del proyecto liberal, no sólo sentó las bases del Estado laico, sino que fue un acto de valentía sin precedentes al limitar los fueros y privilegios de las élites, impulsando de manera tangible la igualdad ante la ley. Fue el principio del fin de la justicia para unos cuantos.
La Ley Juárez: Más que un Decreto, una Lección de Tenacidad
La presidenta afirmó que la resistencia frente a los conservadores y el triunfo del movimiento liberal encabezado por Juárez “son hazañas que nos enseñan que nunca hay que claudicar cuando se trata de defender la justicia ante los privilegios”. Esta frase resuena con una verdad profunda. He analizado incontables documentos de la época, y la lección que perdura no es sólo la victoria, sino la obstinada perseverancia. Juárez y su equipo enfrentaron el exilio, la traición y la guerra con una convicción inquebrantable. Nos enseñan que las transformaciones profundas nunca son un sprint, sino un maratón que exige resiliencia.
El Nuevo Museo: Un Antídoto contra el Olvido
¿Cuál es la verdadera misión de este nuevo museo? No es sólo exhibir objetos antiguos. Su propósito fundamental es reforzar la memoria histórica colectiva sobre ese periodo decisivo en el que Juárez defendió la soberanía nacional frente a la intervención extranjera y los intereses conservadores. He visto cómo las sociedades que olvidan su pasado se condenan a repetir sus errores. Con esta reapertura, el Gobierno federal no sólo restaura un edificio; está reafirmando una narrativa esencial: que la defensa del proyecto nacional y la búsqueda de la justicia social deben ser, hoy y siempre, los pilares inquebrantables de nuestra vida pública. Es un recordatorio tangible de que los ideales por los que se luchó entonces siguen demandando nuestra vigilancia y compromiso en el presente.













