CIUDAD DE MÉXICO. Tras un encuentro con la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo declaró que las discrepancias con los conglomerados mediáticos no solo persistirán, sino que se expresarán abiertamente.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional este viernes 14 de noviembre, la mandataria enfatizó el potencial disruptivo de la nueva Ley de Telecomunicaciones para empoderar a las audiencias y redefinir el contrato social con la información. “Más allá de las diferencias, que son profundas y que seguiremos manifestando, es imperativo señalar que muchos de estos consorcios, lejos de ser medios de comunicación, se transformaron en maquinarias de propaganda política al servicio del conservadurismo“, afirmó, vinculando este diagnóstico a la urgente necesidad de una reforma electoral.
Reinventando la esfera pública: Del broadcast unidireccional al ecosistema digital
Sheinbaum esbozó una visión audaz: ¿y si en lugar de resistirnos a la evolución tecnológica, la abrazamos para democratizar la comunicación? Hizo un llamado a trascender el debate estéril y avanzar en la regulación de las redes sociales, el uso ético de la inteligencia artificial y la transparencia de los algoritmos. Este no es un ajuste técnico; es una revolución copernicana que coloca al ciudadano en el centro del ecosistema informativo.
Cuestionó el modelo arcaico de la publicidad electoral: “Los propios concesionarios se quejan de que los spots se repiten hasta la saturación, alienando a la audiencia y perjudicando a los partidos. Es la lógica de la vieja fábrica de contenidos, obsoleta e ineficaz. Imagine un sistema donde los recursos se inviertan en crear experiencias interactivas y personalizadas, donde la propaganda se convierta en un diálogo y no en un monólogo invasivo. El futuro no está en apagar la radio, sino en rediseñar lo que escuchamos y cómo lo hacemos.”














