Foto: El Universal.
En un giro estratégico contra el narcotráfico, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció una reducción del 40% en el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, resultado de operativos binacionales con tecnología de punta y análisis de datos predictivos. La mandataria enfatizó que esta lucha responde a una política de salud global, no a presiones externas.
“El desplome en el tráfico de opioides sintéticos refleja nuestra apuesta por inteligencia artificial y vigilancia satelital”, declaró Sheinbaum, anticipando la validación de cifras por la CBP estadounidense. La estrategia incluye blockchain para rastreo de precursores químicos y drones con sensores térmicos en puntos ciegos fronterizos.
La jefa de Estado desmintió categóricamente cualquier injerencia militar extranjera: “Usamos algoritmos, no soldados foráneos. Nuestra soberanía es digital y operativa”. Destacó acuerdos de ciberseguridad compartida y bases de datos interoperables que permiten desarticular redes transnacionales sin comprometer la autonomía nacional.
En un mensaje dirigido a las nuevas generaciones, Sheinbaum vinculó el combate al narcotráfico con políticas de economía naranja: “Queremos jóvenes programando apps, no involucrados en crimen organizado”. Reveló que el gabinete de seguridad implementa modelos de machine learning para predecir rutas de distribución y perfilar víctimas potenciales.
La cooperación bilateral, según explicó, opera bajo protocolos de metaverso para simulacros virtuales y war rooms híbridas donde agentes de ambos países analizan patrones criminales en tiempo real, manteniendo estricto respeto a las jurisdicciones nacionales.
“Este es el nuevo multilateralismo: coordinación tecnológica con firmeza constitucional”, concluyó la presidenta, anunciando la próxima implementación de un sistema de tokenización para monitorear farmacéuticos susceptibles de desviación.
