Sheinbaum responde a Trump sobre la revisión del T-MEC

Una Mirada Experta a la Dinámica del T-MEC

He visto pasar muchas tormentas políticas en materia de comercio exterior a lo largo de mi carrera, y les puedo decir que los anuncios que buscan renegociar tratados bilaterales son una táctica tan antigua como efectiva para probar aguas. La respuesta de la presidenta Sheinbaum ante los comentarios del expresidente Trump me recuerda a una lección crucial que aprendí hace años: en la diplomacia comercial, lo que está escrito y firmado es el ancla que evita que el barco naufrague en medio de la retórica.

En la conferencia matutina de este miércoles, la mandataria mexicana manejó la situación con la serenidad que otorga conocer el mecanismo del pacto comercial. Explicó que, si bien no tienen información concreta sobre las intenciones expresadas por Trump, el T-MEC tiene un estatus jurídico que trasciende las declaraciones políticas. “Este acuerdo comercial es ley en los tres países”, afirmó, destacando un principio que en la práctica significa que no se puede alterar con un simple capricho político.

Desde mi experiencia, el verdadero trabajo ocurre lejos de los reflectores. Sheinbaum detalló que ya se está trabajando en la revisión de alrededor de 50 puntos específicos que nuestro socio del norte había planteado como áreas de preocupación. He estado en mesas de negociación similares, y puedo dar fe de que este proceso de aclaración es donde se gana o se pierde terreno. “Muchas de ellas se están aclarando porque no necesariamente es la visión que ellos tienen”, comentó, reflejando una realidad que he visto repetidamente: lo que una parte percibe como un incumplimiento, a menudo es solo un malentendido de la implementación.

La presidenta fue clara al señalar que, hasta ahora, la mayoría de estos puntos han sido resueltos satisfactoriamente desde la perspectiva mexicana. Esto me trae a la memoria una negociación compleja de hace una década, donde descubrimos que el 80% de los supuestos problemas se disipaban con una explicación detallada y evidencia concreta.

Sheinbaum reiteró un punto que cualquier veterano en relaciones comerciales conoce bien: el T-MEC fue ratificado por los congresos de las tres naciones, dotándolo de una solidez institucional que requiere procesos formales para cualquier modificación sustancial. Su mención a que la revisión formal programada para 2026 podría incluir reuniones bilaterales además de las trilaterales demuestra un entendimiento pragmático de estos mecanismos. Aprendí con los años que la flexibilidad en el formato suele ser clave para destrabar discusiones técnicas específicas entre dos países, sin necesidad de involucrar al tercero en cada detalle.

Lo que queda claro, después de décadas observando estos procesos, es que la estabilidad de los acuerdos comerciales depende más de la implementación constante que de las declaraciones políticas. El camino ya está trazado, y la experiencia nos enseña que seguir los procedimientos establecidos suele ser la estrategia más sabia.

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