Sheinbaum y el arte de defender mexicanos entre selfis y tomógrafos rotos

En un acto de realismo mágico político, la Presidenta Claudia Sheinbaum anunció desde Apetatitlán —localidad famosa por su invisibilidad en los mapas— que defenderá a los mexicanos “con gallardía” en su encuentro con Donald Trump durante el G7. “Vamos todos, porque cuando digo ‘yo’, en realidad quiero decir ‘ustedes’”, declaró, fusionando el plural mayestático con la ilusión colectiva. La cumbre, que reúne a los siete países que aún creen en el cuento del desarrollo, incluirá a México como invitado especial, junto a otras naciones decorativas como Brasil y la India.

Entre promesas de reparar tomógrafos —esos artefactos mitológicos que aparecen en discursos pero se esfuman en los hospitales—, la mandataria aseguró que Tlaxcala tendrá “más infraestructura que Suiza para 2025”. Los presentes aplaudieron cortésmente mientras calculaban mentalmente cuántas décadas equivalen a “paulatina basificación laboral”. El director del IMSS Bienestar, Alejandro Svarch, complementó el relato fantástico anunciando inversiones millonarias en salud, aunque omitió mencionar si los medicamentos llegarían antes de que los pacientes muriesen de vejez.

El clímax llegó cuando Sheinbaum, rodeada de una comitiva cuyo único propósito parecía ser ocupar espacio en las fotos, proclamó: “¡Respeto y unidad!”. Irónicamente, nadie recordó que el Río Atoyac —cuyo saneamiento costará 300 millones de pesos— sigue siendo más tóxico que un hilo de Twitter de políticos peleando. Mientras tanto, la gobernadora Lorena Cuéllar agradeció los 93 millones invertidos en clínicas, aunque los ciudadanos siguen preguntándose si “transformar” significa pintar paredes o, finalmente, tener médicos.

Al final, el evento demostró que en México la política es como un partido de fútbol: todos gritan “¡sí se puede!”, pero el marcador sigue siendo 0-0. Eso sí, con puentes vehiculares y campus universitarios prometidos para desviar la atención de que, en pleno 2025, aún hay hospitales que usan termómetros de mercurio y esperanzas de curarse con homeopatía gubernamental.