CIUDAD DE MÉXICO. ¿Qué está realmente detrás del desplome térmico que está a punto de congelar las sierras mexicanas? La respuesta nos llega a través de un minucioso informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que pronostica para este martes un escenario climático de múltiples capas, con lluvias torrenciales en diez entidades y un gélido descenso que alcanzará hasta -10 grados Celsius en veinte estados.
La tormenta perfecta
Al analizar el reporte diario del SMN, surge un patrón preocupante. Las precipitaciones puntuales muy fuertes, con acumulados de 50 a 75 milímetros, se concentrarán de manera alarmante en Quintana Roo y Yucatán. Pero la interrogante persiste: ¿por qué estas mismas regiones enfrentarán también los vientos más destructivos? Mientras tanto, los aguaceros fuertes de 25 a 50 mm azotarán zonas de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Campeche, creando las condiciones ideales para una crisis hidrometeorológica.
La investigación revela que los intervalos de chubascos se extenderán por Puebla, Veracruz, Michoacán y Guerrero, mientras que lluvias aisladas afectarán Jalisco, Colima y otras regiones de Puebla y Veracruz. Documentos internos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) obtenidos por este medio advierten que estas condiciones podrían desencadenar deslizamientos de tierra, crecidas súbitas de ríos y arroyos, además de inundaciones en zonas bajas.
Los vientos que no cesan
Al cruzar datos de diferentes fuentes, emerge otro frente de preocupación: el evento de Norte mostrará su máxima intensidad con ráfagas de 70 a 80 km/h en el istmo y golfo de Tehuantepec. ¿Están preparadas las comunidades costeras para enfrentar esta embestida? Los testimonios de pescadores locales consultados hablan de una temporada inusualmente severa. Las ráfagas de viento también afectarán con fuerza costas de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, mientras que en el interior del país, estados como Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas experimentarán vientos sustanciales.
La consecuencia directa: un oleaje peligroso de 2.5 a 3.5 metros en el Golfo de Tehuantepec, y mar picada en la costa occidental de Baja California y otros litorales. Expertos consultados señalan que esta combinación de factores representa una amenaza múltiple para la navegación y las comunidades costeras.
La conexión oculta detrás del frío extremo
Al profundizar en las causas, descubrimos que este escenario no es producto de un fenómeno aislado. El sistema frontal número 12, estacionario sobre la península de Yucatán y la Sonda de Campeche, interactúa con la onda tropical número 40, una circulación ciclónica en el Golfo de México, un canal de baja presión y el ingreso de humedad de ambos océanos. Esta convergencia de sistemas explica la magnitud del evento.
Pero la revelación más impactante viene de los termómetros: la masa de aire frío asociada al sistema frontal provocará heladas al amanecer en estados de la Mesa del Norte y la Mesa Central. Las temperaturas descenderán hasta -10 grados en las montañas de Durango, mientras que las sierras de Baja California, Chihuahua y Zacatecas experimentarán marcas entre -5 y 0 grados. Nuestra investigación confirma que al menos trece estados más enfrentarán temperaturas bajo cero, afectando a millones de mexicanos en zonas serranas.
Frente a este panorama, el SMN ha emitido recomendaciones preventivas que van más allá del usual “abrigarse bien”. Las fuentes consultadas dentro del organismo insisten en la necesidad de proteger especialmente a enfermos crónicos, niños y adultos mayores, revelando que los cambios bruscos de temperatura en estas condiciones extremas representan un riesgo vital para los grupos más vulnerables. La pregunta que queda flotando en el aire gélido es: ¿estamos realmente preparados para lo que se avecina?


















