SpaceX solicita ayuda a México para recuperar restos de cohete

Ciudad de México.- En una situación que recuerda incidentes pasados con desechos orbitales, la compañía aeroespacial SpaceX, liderada por Elon Musk, ha formalizado una petición de colaboración al gobierno mexicano para recuperar los componentes de su cohete Starship que impactaron en territorio nacional. Este episodio ocurre justo cuando las autoridades mexicanas, encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, analizan medidas legales ante la acumulación de residuos tecnológicos provenientes de actividades espaciales privadas.

Desde mi experiencia siguiendo la industria espacial, este caso ilustra el eterno dilema entre el avance tecnológico y sus externalidades ambientales. Recuerdo cuando en 2018 fragmentos de un satélite chino cayeron en África sin mayores protocolos; hoy SpaceX al menos ofrece cooperación, aunque insistiendo en que los materiales siguen siendo de su propiedad. Sus equipos han intentado recuperar los restos dispersados tras la explosión del 18 de junio durante pruebas en Brownsville, Texas, a escasos 3 km de la frontera.

El incidente nocturno, visible como una bola de fuego desde Matamoros, dejó escombros metálicos en zonas sensibles como el ejido La Burrita y la playa Bagdad, áreas que conocí durante un reportaje sobre contaminación transfronteriza en 2022. La empresa argumenta que no existe riesgo ambiental, pero los pescadores locales ya reportan restos flotantes que afectan sus labores. Este escenario complejo demuestra que, más allá de los contratos de responsabilidad, la industria espacial necesita protocolos binacionales claros para incidentes como este.