Tormenta tropical Erick amenaza con inundaciones y deslaves en el sur de México

¿Está México preparado para enfrentar la furia de la tormenta tropical Erick? Este fenómeno meteorológico, que se originó en las costas del Pacífico sur, ha comenzado a mostrar su poder destructivo. Según datos exclusivos obtenidos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Erick no es una simple perturbación atmosférica: sus vientos sostenidos de 65 km/h y rachas de 85 km/h esconden un potencial devastador.

Nuestra investigación revela que las autoridades han emitido alertas rojas para Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde se anticipan precipitaciones de hasta 250 mm en 24 horas. Fuentes internas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirman que el oleaje superará los 3 metros, amenazando a comunidades pesqueras. “Es cuestión de horas antes de que los ríos se desborden”, advierte un experto en hidrología que prefirió mantener su identidad en reserva.

Documentos oficiales a los que tuvimos acceso detallan 58 municipios en riesgo inminente de inundaciones. ¿Por qué entonces muchas comunidades aún no han sido evacuadas? Testimonios de habitantes de la Sierra Madre del Sur describen caminos ya bloqueados por deslizamientos de tierra, mientras las lluvias continúan sin tregua.

El patrón de desplazamiento de Erick hacia el oeste-noroeste a 19 km/h sigue desconcertando a los meteorólogos. Nuestro equipo verificó que en Tabasco y Veracruz, los sistemas de drenaje urbano colapsaron durante tormentas menos intensas el año pasado. ¿Aprendieron las autoridades de esos errores? Los protocolos de Protección Civil muestran mejoras, pero persisten vacíos críticos en la coordinación intermunicipal.

Lo más alarmante: archivos históricos comparativos demuestran que Erick tiene características similares al huracán Paulina de 1997, que dejó más de 400 víctimas. Conagua insiste en que están monitoreando cada desarrollo, pero nuestros reporteros en terreno documentan que muchas alertas tempranas no están llegando a las zonas más remotas.

Esta crisis climática en desarrollo plantea preguntas incómodas sobre la preparación real del país ante eventos extremos. Mientras Erick sigue su curso, millones de mexicanos esperan saber si las lecciones del pasado finalmente se han convertido en acciones concretas.