El flujo turístico en las fronteras mexicanas experimenta un giro inesperado
El panorama turístico fronterizo muestra una transformación significativa: durante septiembre, el número de visitantes internacionales que pernoctaron en alojamientos de estas regiones alcanzó 1.748 millones de personas.
Esta cifra representa un descenso del 5.6% comparado con el mismo período de 2024, marcando el primer retroceso desde la reactivación postpandemia. Los datos procedentes de las Encuestas de Viajeros Internacionales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicados este martes, confirman esta tendencia.
Análisis del punto de inflexión
“Observábamos una trayectoria ascendente constante en el turismo limítrofe que se vio interrumpida durante el mes patrio”, explicó Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada de Turismo Sostenible (STARC). “Resulta crucial monitorear el comportamiento de este nicho durante los próximos trimestres para determinar si se trata de un fenómeno circunstancial o el inicio de una fase de estabilización tras crecimientos exponenciales”, añadió durante su intervención con EL UNIVERSAL.
Factores determinantes en la ecuación turística
Los visitantes fronterizos acceden al territorio nacional por vía terrestre para explorar la franja norte o sur, con una estancia mínima de 24 horas. En el trienio reciente, este segmento demostró ser extraordinariamente dinámico, manteniendo una tasa de crecimiento promedio anual del 16.8%.
Según el análisis de Madrid, este desempeño excepcional responde a tres variables clave: durante el primer semestre de 2025, la fortaleza del dólar estadounidense frente al peso mexicano —que posteriormente se moderó—; la continua recuperación del sector tras la crisis sanitaria, pues los volúmenes actuales aún no equiparan los registros prepandémicos de 2019.
Nuevos paradigmas en el ecosistema travel
El tercer componente requiere especial vigilancia: la posibilidad de que el repunte inicial respondiera a las políticas migratorias implementadas durante la administración de Donald Trump, que pudieron incentivar el retorno temporal de connacionales residentes en Estados Unidos hacia localidades mexicanas.
Este escenario plantea un reajuste en los modelos de pronóstico turístico, donde factores geopolíticos y fluctuaciones monetarias se entrelazan con nuevas movilidades transfronterizas en la era digital.




















