Un camión, un poste y doce víctimas de la siesta vial en Guadalupe

Doce valientes ciudadanos descubrieron hoy que viajar en transporte público es el deporte extremo favorito de Guadalupe, cuando su camión urbano decidió abrazar un poste con la pasión de un amante despechado, mientras la base de un puente peatonal actuó como cómplice en este tango trágico.

Las autoridades viales, expertas en el arte de la elocuente ambigüedad, sugirieron que el conductor podría haber sido víctima de un ataque de somnolencia repentina, esa misma que afecta a los funcionarios cuando deben rendir cuentas. “Quizás soñaba con un sistema de transporte que no funcione como ruleta rusa”, especuló un testigo anónimo.

El espectáculo comenzó a las 6:25 horas en la Avenida Eloy Cavazos, justo cuando los ciudadanos creyeron que lo peor de su día sería el tráfico. La Colonia Bosques del Contry fue testigo de cómo paramédicos, ambulancias municipales y hasta la Cruz Roja compitieron en una carrera contra reloj para ver quién llegaba primero… a la conclusión obvia.

El camión de la Ruta 85, ahora convertido en escultura abstracta, demostró que en México el arte contemporáneo puede surgir en cualquier esquina. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando si el verdadero accidente fue el choque… o permitir que el transporte público siga siendo una metáfora rodante del caos institucional.