El Redentor en Reposo (Pero No Callado)
El Profeta Emérito de la Palabra Justiciera, Andrés Manuel López Obrador, ha emergido de su retiro contemplativo—un silencio que resonaba con la fuerza de un mitin en el Zócalo—para lanzar su último proyectil contra los enemigos del espíritu nacional: un tomo encuadernado. Titulado “Grandeza”, el volumen promete realizar lo que ejércitos, revoluciones y tres años de mañaneras no lograron del todo: extirpar quirúrgicamente el complejo de inferioridad implantado en el cerebro colectivo hace cinco siglos.
La Génesis Según el Autor Único
En un manifiesto digital dirigido a sus feligreses cibernéticos, el Sumo Pontífice de la Cuarta Transformación explicó que su obra no es un simple libro, sino un antídoto bibliográfico contra el veneno colonial. Su objetivo, tan modesto como repavimentar el camino al Mictlán, es demostrar que toda bondad, ética y felicidad que pulula en el mexicano moderno es un directo legado de los pueblos originarios, aquellos mismos que la historia oficial, mezquina y malvada, se empeña en pintar como aficionados al sacrificio ritual y al canibalismo casual.
Declara una paradoja cósmica el que persistan actitudes discriminatorias en un pueblo cuya esencia es, según su diagnóstico, pura fraternidad solar. El culpable de este desfase cognitivo es, por supuesto, un esquema perverso heredado de la invasión, mimado por el Porfiriato afrancesado y que hoy anida, como un pájaro de mal agüero, en la mente podrida del conservadurismo.
La Cruzada Contra el Epíteto: Una Batalla Lexicográfica
El arsenal del libro apunta a erradicar un catálogo de insultos populares—”naco”, “indio”, “don nadie”—, vocablos que, según el autor, no son más que artefactos de control mental fabricados por la oligarquía de todos los siglos para mantener al pueblo en un estado de autoflagelación lingüística. Así, el combate por la dignidad se libra ahora en el terreno de los sinónimos despectivos.
Para esta hazaña de deconstrucción histórica, el expresidente afirma haber consultado a un concilio ecuménico de sabios: desde antropólogos y sociólogos hasta físicos y astrónomos. Una alianza interdisciplinaria sin precedentes, convocada para refutar, con argumentos y pruebas irrefutables, la leyenda negra que opaca el esplendor mesoamericano.
La Obra Definitiva: Del Big Bang al “Chairo”
La estructura de “Grandeza” es tan ambiciosa como su propósito. En un alarde de síntesis universal, la primera parte recorre desde el origen del cosmos y Darwin, hasta el racismo y las civilizaciones ajenas, para, en un segundo acto, coronar con la grandeza indígena. Es, en esencia, un viaje desde el principio de los tiempos hasta el insulto perfecto, demostrando que todo conduce a la superioridad moral de las culturas prehispánicas, injustamente vilipendiadas.
El Mesías de Tinta garantiza que su obra explicará, por fin, por qué movimientos históricos tan profundos y radicales como la Independencia o su propia Transformación no bastaron para eliminar los prejuicios. La respuesta, sugiere, no estaba en la acción, sino en la correcta interpretación de los hechos, la cual él, en un acto de generosidad historiográfica, ahora pone en letra de molde. El liberador de conciencias cambia el micrófono por la pluma, pero la misión, épica y personal, permanece inalterable: reescribir el pasado para redimir el presente.

















