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Nacional

Un periodista documenta en redes su muerte por negligencia en el IMSS

Un comunicador documentó en tiempo real su agonía en un pasillo del hospital, exponiendo la fractura del sistema.

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Un caso de presunta negligencia médica en el Hospital de Zona del IMSS de Mazatlán le costó la vida al periodista Martín Arellano Solorio. Su muerte, documentada en tiempo real a través de sus propias publicaciones en redes sociales, expone una fractura crítica en el sistema de salud pública y se convierte en un símbolo de la deshumanización en la atención médica.

Arellano Solorio utilizó sus plataformas digitales para narrar su calvario. Desde la madrugada del viernes 4 de septiembre, el comunicador compartió mensajes desesperados alertando sobre un probable infarto agudo al miocardio. “Necesito ayuda… no hay aplicación de código de infarto, ni puedo moverme”, escribió, etiquetando directamente al director general del IMSS y a la presidenta Claudia Sheinbaum en un último intento por ser atendido.

Su relato digital fue escalofriante: “Me han trasladado de urgencia al hospital de zona y mi camilla hace fila en un pasillo”. A pesar de presentar síntomas cardíacos críticos, permaneció durante horas en una camilla en un pasillo de urgencias, sin recibir la atención médica especializada inmediata que su condición demandaba.

El Instituto Mexicano del Seguro Social, en un comunicado, lamentó el fallecimiento y detalló el cuadro clínico del paciente, señalando que ingresó a urgencias a las 16:28 horas referido de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 45. Aseguraron que se le practicó un electrocardiograma que no mostró datos de infarto, pero sí criterios de insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal crónica, por lo que se inició un manejo con medicamentos.

Sin embargo, la narrativa oficial contrasta con el testimonio en video publicado por el propio periodista, donde se le ve aún en el pasillo. Aproximadamente a las 18:30 horas, el paciente presentó dificultad respiratoria aguda y taquicardia, siendo trasladado finalmente a reanimación, intubado y conectado a ventilación mecánica. Tras sufrir una parada cardiorrespiratoria, se le practicaron maniobras de reanimación avanzada durante 30 minutos, pero falleció a las 02:25 horas del 5 de septiembre.

La activista y madre buscadora Ceci Flores fue una de las primeras en reaccionar, lamentando profundamente su deceso. “Me duele que haya sido víctima de un sistema al que defendió tanto y al final le falló en el momento más importante”, escribió, subrayando la ironía trágica de la situación. Su muerte resuena como una alerta urgente sobre la necesidad de una profunda transformación digital y humanitaria en los protocolos de emergencia, donde la burocracia no puede anteponerse a la vida.

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