Una Revolución Náutica: La Nueva Era de los Puertos Mexicanos
La designación de la Capitán de Altura María Marisa Abarca Hernández como directora general de Puertos no es un simple cambio de mando; es el inicio de una transformación radical en la gestión marítima nacional. ¿Qué sucede cuando una mente formada en cubierta y con visión oceánica toma las riendas de un sistema portuario?
Foto: El Universal.
La Secretaría de Marina (Semar) ha realizado una jugada maestra al colocar a una profesional con más de tres décadas de experiencia en la cúspide de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante. Este nombramiento representa un cambio de paradigma: de la burocracia tradicional a la expertise práctica.
La trayectoria de Abarca Hernández es un mapa de navegación hacia la innovación portuaria. Sus estudios en la Escuela Náutica Mercante de Tampico, complementados con una Especialidad en Dirección de Instituciones Educativas en la Universidad Panamericana, fusionan el conocimiento técnico con la visión estratégica. ¿Imaginan lo que ocurre cuando quien ha comandado buques mercantes ahora comanda puertos?
Su hoja de ruta profesional es extraordinaria: desde puestos operativos hasta posiciones de toma de decisiones en la Administración Pública Federal. Ha sido jefe de Centro de Control de Tráfico Marítimo, Oficial de Protección, Loading Master y ha navegado en diversos buques mercantes. Esta experiencia multimodal le otorga una perspectiva única para conectar el mundo del transporte marítimo con la eficiencia portuaria.
Pero su visión más disruptiva viene de su experiencia como directora ejecutiva de Proyectos Prioritarios Marítimo-Portuarios y su responsabilidad como Autoridad Portuaria sobre los más de 11 mil kilómetros de litorales mexicanos, 103 puertos y 15 Terminales habilitadas. Ahora, imagine esta vasta red portuaria operando como un ecosistema conectado e inteligente.
Su más reciente encomienda como directora de Desarrollo de Negocios para las Américas en Boluda Towage, empresa líder en servicios de transporte marítimo y remolque portuario, añade la perspectiva del sector privado a su arsenal estratégico. Esta combinación público-privada podría ser la fórmula secreta para revolucionar nuestra infraestructura marítima.
Este nombramiento, realizado en los términos que establece la Constitución y entregado por el Capitán de Altura Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo, representa más que un cambio administrativo. Es la oportunidad de convertir nuestros puertos en centros de innovación logística, hubs de conectividad global y motores de desarrollo económico sostenible.
El verdadero desafío no está en administrar puertos, sino en reinventar la conexión de México con los océanos del mundo. Con Abarca Hernández al timón, la navegación promete ser extraordinaria.
