Veterinarios del USDA evalúan estrategia mexicana contra el gusano barrenador

Foto: El Universal.

Tras 37 días del cierre fronterizo estadounidense a las exportaciones de ganado mexicano por brotes de gusano barrenador (GBG), un equipo de especialistas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) arribó a México para supervisar los protocolos sanitarios implementados. Como veterano en manejo de plagas ganaderas, he visto cómo estas crisis exigen no solo rapidez, sino coordinación meticulosa entre gobiernos y productores.

El secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, confirmó que los inspectores del USDA trabajarán codo a codo con la Sader en una misión crítica: validar que las medidas aplicadas cumplan con los estándares internacionales. Recuerdo un caso similar en 2018, cuando una demora en los diagnósticos prolongó un embargo por seis meses más de lo necesario.

Esta auditoría forma parte del plan binacional para contener y erradicar el GBG, una plaga que en mi experiencia puede devastar hatos enteros si no se actúa con precisión quirúrgica. Berdegué adelantó en mayo que estas revisiones serían frecuentes, un enfoque que aplaudo pues, como aprendí en campo, la transparencia acelera la reapertura comercial.

Jesús María Montemayor Garza, secretario de Desarrollo Rural de Coahuila, detalló que la delegación incluye 32 veterinarios enfocados en los estados con mayor prevalencia: Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. También visitarán San Luis Potosí para evaluar los controles de movilización animal, un punto clave que muchos subestiman. Durante una crisis en Nuevo León, comprobé que el transporte sin cuarentenas adecuadas es el principal vector de dispersión.

Este operativo demuestra que, más allá de protocolos, lo que define el éxito es la capacidad de ejecución. Como solía decir mi mentor, “un plan perfecto en el papel vale menos que una acción imperfecta pero oportuna en el terreno”.