Video revela maltrato animal con alcohol en Aramberri
Una grabación perturbadora ha desatado una ola de repudio en la comunidad de Aramberri, Nuevo León, al exponer lo que parece ser un claro caso de maltrato animal. La evidencia visual, que se propagó con virulencia en plataformas digitales, plantea una pregunta incómoda: ¿hasta dónde llega la impunidad para quienes cometen actos de crueldad contra seres indefensos?
Los hechos detrás de la indignación
El material audiovisual en cuestión no deja lugar a dudas. Se observa a dos individuos sometiendo a un canino y forzándolo a ingerir el contenido de una botella, la cual, por sus características, aparenta contener whisky. Pero, ¿quiénes son estos sujetos? La investigación ciudadana en internet ha comenzado a arrojar las primeras pistas, señalando a Víctor Manuel N, presunto dueño del animal y residente del municipio, como uno de los participantes en este deplorable episodio.
La respuesta institucional frente a la presión social
La rápida viralización del clip ha funcionado como un catalizador para la acción. Colectivos de derechos animales y protectores han alzado la voz, calificando el suceso como una violación flagrante a la legislación de bienestar animal. Su exigencia es clara y contundente: demandan la intervención inmediata de las autoridades competentes para que no quede en la impunidad y se aplique el peso de la ley. Este caso no es un hecho aislado; se enmarca en una serie de incidentes similares registrados en el país, lo que lleva a cuestionar la eficacia de los mecanismos de prevención y sanción.
??QUE JIJOS DE SU… SUJETOS OBLIGAN A PERRITO A BEBER BUCHANAN’S??
¡Y va de nuevo! A pocos días de que jóvenes fueran denunciados por obligar a dar de beber a un perrito alcohol en #Chihuahua, ahora en #Arramberri, #NuevoLeón, unos sujetos dieron… pic.twitter.com/q5RyncHwo5
— Qué Poca Madre (@QuePocaMadre_Mx) October 26, 2025
La verdad que surge de esta investigación es alarmante. Más allá del acto concreto de violencia, este incidente revela una cruda realidad: las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo, capaz de exponer la barbarie pero también de normalizarla si la justicia no actúa con celeridad. La conclusión es ineludible: la sociedad está vigilante y exige que los presuntos responsables rindan cuentas, convirtiendo este caso en un precedente crucial para la defensa de la vida animal en México.
















