Voluntarios rescatan a mascotas damnificadas por inundación en Poza Rica

La Brigada de los Olvidados: Tras la Huella del Desastre

POZA RICA, Veracruz.- Entre el lodo y los escombros que dejó la furia del Río Cazones, una pregunta crucial emerge de las sombras: ¿quién vela por los supervivientes más silenciosos de la tragedia? “Todos necesitamos ayuda”, afirma con determinación Joana Pacheco, miembro fundamental de la asociación Protegiendo al Ambiente y Transformando Animales Saludables (PATAS A.C.). Pero, ¿es esta una misión de simple caridad o el reflejo de una falla mayor en los protocolos de auxilio?

Nuestra investigación nos lleva a seguir el rastro de su brigada, un convoy de esperanza que avanza por las colonias más devastadas. Su mercancía: costales de croquetas y agua. Su objetivo: las mascotas que lograron sobrevivir al desastre del 10 de octubre, criaturas ahora extraviadas, hambrientas y atemorizadas. La narrativa oficial habla de damnificados, pero omite sistemáticamente a estos seres vulnerables. PATAS A.C. no solo reparte alimento para animales domésticos, sino que también tiende un puente hacia sus dueños, aquellos que lo han perdido todo.

“Estamos proporcionando víveres de primera necesidad y un poco de sustento para las mascotas, felinos y canes”, revela Joana Pacheco en una conversación con este medio. “Muchos se quedaron sin su ración por las inundaciones, otros deambulan sin rumbo. Pensar en ellos es un acto de humanidad esencial”, declara, cuestionando tácitamente la integralidad de la ayuda estatal.

Los documentos de ruta de la organización civil veracruzana muestran que su labor no se limita a los animales. El cargamento que trasladaron desde el puerto incluía también prendas de vestir y calzado para las familias, un detalle que muchos planes de contingencia pasan por alto. Al indagar sobre el origen de estos recursos, descubrimos una red de solidaridad ciudadana. “Sí hubo personas que nos aportaron donaciones y ciertos materiales. Apenas estamos estableciéndonos en la zona, pero la respuesta de la comunidad ha sido significativa”, explica Joana, evidenciando un capital social que florece ante la adversidad.

El primer día de operaciones sobre el terreno dejó al descubierto una necesidad abrumadora. Decenas de personas, con la esperanza renovada, se acercaron al vehículo de los voluntarios solicitando auxilio para alimentar e hidratar a sus compañeros animales. Sin embargo, una demanda recurrente pone en evidencia las limitaciones de la ayuda: “La gente nos pregunta si contamos con vacunas o servicios veterinarios”, confiesa Joana. “Por ahora, nuestro alcance se limita a la asistencia alimentaria. Si tuviéramos la capacidad, complementaríamos con insumos para la salud animal“, agrega, planteando un interrogante sobre la preparación del sistema para crisis de esta magnitud.

El testimonio visual es elocuente. A la camioneta de PATAS A.C. se acercan personas con perros y gatos de todas las tallas. La mayoría, cubiertos por una costra de cieno, pero con un brillo de alivio en los ojos por permanecer junto a sus familiares humanos. Entre los rostros que recibieron el apoyo, nuestra reportería identificó a Neire Sierra con su perrita “Shakira”, y a Victor Acuña con su can “Rey”. También estaban presentes aquellos que, en un acto de compasión espontánea, han acogido a animales mestizos que ahora deambulan por las calles de Poza Rica, buscando un nuevo hogar después de que el suyo fuera arrasado.

¿Cuál es el plan de continuación? Los informes internos de la brigada, a los que este medio tuvo acceso, indican que en los próximos días intensificarán su labor en las áreas más críticas. La distribución se centrará en alimentos no perecederos, indumentaria, calzado, agua potable y pienso para animales. “Nuestra meta es auxiliar al mayor número posible de seres vivos”, concluye la voluntaria.

La revelación final de esta investigación es clara: en medio de la catástrofe, la verdadera resiliencia de una comunidad se mide no solo por cómo protege a su gente, sino también por cómo cuida a sus miembros más indefensos. La labor de PATAS A.C. no es un apéndice de la ayuda humanitaria; es su columna vertebral moral.

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