La inflación baja en los papeles pero no en los bolsillos
Mientras los datos oficiales se visten de gala, la economía doméstica vive su propio y costoso drama cotidiano.
Mientras los datos oficiales se visten de gala, la economía doméstica vive su propio y costoso drama cotidiano.
La moneda mexicana reacciona ante decisiones clave de bancos centrales, mientras los mercados globales muestran alta volatilidad.
El sistema nervioso del dinero digital se toma un descanso vespertino, sumiendo a las finanzas personales en un limbo programado.
La inflación en México repuntó a 3.76% anual en septiembre, marcando dos meses consecutivos de aceleración. Sin embargo, el dato más preocupante es la inflación subyacente, que alcanzó un máximo de 4.28% y revela presiones persistentes en servicios y mercancías que complican el panorama para la política monetaria.
Un análisis profundo revela los factores ocultos y las estrategias detrás de este hito financiero sin precedentes.
La mandataria plantea un nuevo paradigma donde el financiamiento democratizado impulse un crecimiento económico justo y sostenible para todos.
La incertidumbre política frena el flujo de dólares que sostiene a miles de familias mexicanas.
Los precios al consumidor rompen tendencia con un sorpresivo repunte, desafiando las proyecciones de los expertos.