La furia del mar arrasó con negocios y hogares, dejando a comunidades enteras en la lucha por reconstruir sus vidas.
La Iglesia moviliza a la sociedad morelense en una marcha contra la inseguridad, exigiendo acciones concretas.
Una vendedora ambulante alertó a las autoridades sobre una menor perdida, desencadenando un operativo de rescate.