La tragicomedia burocrática donde los empleados son moneda de cambio
La burocracia estatal se convierte en rehén de una partida de ajedrez político donde los peones son los funcionarios.
La burocracia estatal se convierte en rehén de una partida de ajedrez político donde los peones son los funcionarios.
El Capitolio permanece paralizado mientras el pulso partidista deja a miles de empleados sin salario y servicios esenciales en el limbo.
Una orden presidencial sortea el cierre para los militares, mientras cientos de miles de empleados federales permanecen en la incertidumbre financiera.
La parálisis política amenaza salarios militares y retrasa vuelos, mientras aumentan las tensiones por los subsidios de salud.
La maquinaria federal colapsa en un espectáculo de terquedad partidista, donde los sacrificados son los ciudadanos.
Los servicios consulares operan de forma limitada mientras el Senado busca una salida a la crisis. La incertidumbre se prolonga sin una solución inmediata.
El país se prepara para una paralización federal mientras los legisladores intercambian acusaciones y se niegan a ceder en sus demandas.
Cuatro estados enfrentan una tormenta perfecta: elecciones judiciales en riesgo por falta de fondos y respuestas políticas.