Detenciones masivas y denuncias de brutalidad policial encienden la tensión en Serbia mientras la comunidad internacional observa.
Mientras el gobierno serbio celebra premios, las calles hierven de indignación juvenil contra un régimen que se aferra al poder.
El estado enfrenta una tormenta perfecta: violencia desbordada, deudas millonarias y un sistema de salud colapsado.
La juventud alza la voz contra la violencia institucional y exige justicia tras un operativo represivo.
Jóvenes exigen justicia tras desalojo violento y denuncian el incumplimiento de promesas gubernamentales.