Una serie de explosiones coordinadas sacude el suroeste de Colombia, dejando víctimas y sembrando caos.
La violencia irrumpe en una colonia de Monterrey con saldo de tres civiles heridos, entre ellos una mujer inocente.
Bandas camufladas como sindicatos dominan el mercado negro de inmuebles con tácticas brutales en zona metropolitana.
Dos incidentes violentos con armas, reales y falsas, mantienen en alerta a municipios yucatecos.