La lluvia registrada en la tarde y la noche del lunes en los límites de Bustamante y Miquihuana fue vista por el sacerdote Arturo Aguilar como una respuesta de Dios a los ruegos de los habitantes de estos y otros municipios del centro de Tamaulipas agobiados por un enorme incendio registrado en esa región forestal.
El párroco de la iglesia de San Juan Bautista de Miquihuana advirtió que lo grave de dicho siniestro había pasado, por lo que agradeció particularmente a las decenas de fieles católicos, que ese día por la mañana peregrinaron hasta el cerro de la Cruz, en donde rezaron y cantaron.
Así mismo dio gracias a los creyentes victorenses, que obsequiaron víveres para los voluntarios, que combatían este siniestro en la Sierra Madre Oriental.
Y de paso declaró cerrado el centro de acopio instalado en la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús ubicada en la colonia América de Juárez.
“Hermanos el peligro ya paso. Creanme fueron días muy agotadores, de mucho trabajo e incertidumbre”, escribió el cura al inicio del mensaje publicado en su perfil personal de Facebook.
“Que el Señor les multiplique a todos los que apoyaron en esta emergencia para nuestra comunidad de Miquihuana, Tamaulipas”, finalizó siendo compartido este comunicado en esta red social por el perfil de la Diócesis de Victoria.
Fuente: El cinco
