Denuncian intoxicación por alimentos en mal estado

Reynosa.- Una celebración de fin de cursos terminó en una emergencia de salud para decenas de familias, luego de que al menos 40 personas resultaran intoxicadas tras consumir alimentos presuntamente en mal estado durante una fiesta de graduación de la escuela primaria “Naciones Unidas”

El evento se llevó a cabo el pasado viernes en un salón  donde los asistentes —entre ellos niños, padres de familia e invitados— comenzaron a presentar síntomas de intoxicación alimentaria, horas después de haber ingerido el banquete.

De acuerdo con reportes ciudadanos, los asistentes manifestaron malestares como vómito, diarrea, náuseas, dolor estomacal e incluso fiebre. Al menos siete personas presentaron complicaciones que requirieron atención médica.

Padres de familia aseguran que la empresa encargada del servicio de alimentos no ha asumido la responsabilidad por lo ocurrido, lo que ha generado molestia e incertidumbre entre quienes resultaron afectados.

Los datos disponibles fueron proporcionados por varios asistentes a la graduación, quienes señalaron que todos los alimentos fueron consumidos en un lapso aproximado de dos horas y que, durante ese tiempo, no hubo señales visibles de que algo estuviera en mal estado.

Este caso pone de relieve la importancia de verificar la correcta conservación, manipulación y transporte de alimentos, especialmente en temporada de altas temperaturas, donde el riesgo de descomposición y contaminación se incrementa considerablemente.

Autoridades de salud no han emitido un posicionamiento oficial, pero se espera que en las próximas horas se inicie una investigación para determinar las causas exactas de la intoxicación y aplicar las sanciones correspondientes, en caso de confirmarse negligencia.

Hasta el momento, ni la empresa,  ni la institución educativa han respondido públicamente a los señalamientos, aunque la comunidad exige claridad y responsabilidad ante lo ocurrido.

Las familias afectadas han solicitado también la intervención de las autoridades municipales para garantizar que los proveedores de alimentos que operan en eventos sociales cumplan con las normas sanitarias, a fin de evitar riesgos a la salud pública.