Tamaulipas se colocó como el segundo estado con mayor proporción de divorcios frente a matrimonios en todo el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por cada cien matrimonios registrados en México en 2024, hubo 33.3 divorcios. Sin embargo, en Tamaulipas la cifra prácticamente se duplicó: 66.2 disoluciones legales, solo por debajo de Campeche (69.7).
El Inegi reportó que desde la pandemia por covid-19 las separaciones legales aumentaron en todo el país, y en estados como Tamaulipas esta tendencia no ha revertido.
Cifras en ascenso
En total, durante 2024 se divorciaron en la entidad 8 mil 313 parejas, de las cuales 7 mil 461 lo hicieron bajo la modalidad incausada, 851 por mutuo consentimiento y una sin especificar.
La tasa estatal fue de 3.32 divorcios por cada mil habitantes mayores de 18 años, colocándose en el tercer lugar nacional, detrás de Campeche (4.89) y Nuevo León (3.52). El promedio nacional fue de apenas 1.79.
En comparación con 2023, el incremento fue notorio: el año pasado la tasa en Tamaulipas fue de 3.08, lo que lo ubicaba en el sexto sitio.
Matrimonios a la baja
Mientras los divorcios suben, los matrimonios disminuyen. En 2024 se registraron 12 mil 549 casamientos, 463 menos que en 2023. De ellos, 12 mil 431 fueron entre contrayentes de distinto sexo y el resto correspondió a uniones entre personas del mismo sexo.
La tasa de matrimonios fue de 5 por cada mil habitantes de 18 años y más, la séptima más baja del país, por debajo del promedio nacional (5.4).
Factores sociales y culturales
Para el psicólogo Ricardo Flores, estas cifras reflejan transformaciones sociales profundas. Señala que el papel de la mujer en la frontera, donde muchas participan en la industria y en distintos sectores laborales, ha cambiado el modelo tradicional de pareja.
“Hay más mujeres trabajando; en los estados fronterizos suelen tener mayor independencia económica, de manera que no se ven obligadas a permanecer unidas”, afirmó.
Añadió que factores como la migración, la unión libre y la autonomía de las nuevas generaciones influyen en la caída del matrimonio tradicional. Asimismo, recordó que la pandemia expuso la complejidad de la convivencia diaria y detonó más conflictos familiares.
“El matrimonio ha perdido fuerza como institución. Muchas parejas prefieren no comprometerse de manera legal, y cuando lo hacen, el divorcio es una alternativa cada vez más aceptada”, puntualizó el especialista.