En un mundo donde la humanidad delega sus dudas existenciales a máquinas, ChatGPT se corona como el oráculo digital más consultado del planeta. Según Statista, este prodigio de la inteligencia artificial acumuló más de 64 millones de descargas en 2025, cifra que solo rivaliza con la cantidad de veces que un usuario promedio revisa su teléfono al día.
Pero lo verdaderamente escalofriante —o hilarante, según se mire— son los 2.500 millones de solicitudes diarias que recibe, equivalentes a que cada habitante de Estados Unidos le preguntara 330 veces al día: “¿Cómo ligar?” o “¿Qué hago con mi vida?“. Rob Friedlander, portavoz de OpenAI, confirmó estas cifras a The Verge, dejando claro que la adicción colectiva a la IA supera ya la dependencia al café.
Y como si fuera poco, ChatGPT ahora aspira a ser el mesías tecnológico que destrone a Google. Su próximo navegador web, bautizado como Operator, promete no solo buscar respuestas, sino también reservar cenas, rellenar formularios y, presumiblemente, decidir por ti si ese pantalón te hace ver gordo. Lo irónico: usará Chromium, el mismo motor de Google, porque hasta en la rebelión contra el gigante hay que pedirle prestadas las herramientas.
Mientras tanto, los 500 millones de usuarios semanales siguen alimentando este circo digital, donde las máquinas aprenden a pensar y los humanos… bueno, los humanos olvidan cómo hacerlo.
