Lecciones de un veterano en ciberseguridad para eventos masivos
Tras años de analizar el ecosistema digital en eventos de talla mundial, he visto cómo los ciberdelincuentes perfeccionan sus tácticas. El Gran Premio de México 2025 no es la excepción; es un imán para amenazas cibernéticas que buscan explotar la pasión de los aficionados. Permítanme compartir algunas lecciones aprendidas en primera línea.
Recuerdo un caso durante un gran evento deportivo donde cientos de aficionados compraron entradas a través de un sitio que parecía legítimo, pero era una réplica casi perfecta. Perdieron su dinero y sus datos bancarios. Esta experiencia me enseñó que la suplantación de identidad o ‘phishing’ es más sofisticada que nunca. Los estafadores crean portales que imitan a comercializadores confiables, pidiendo depósitos anticipados con promesas de descuentos exclusivos.
Las artimañas más comunes que he documentado
La fiebre por conseguir un boleto para el Autódromo Hermanos Rodríguez lleva a muchos a tomar riesgos innecesarios. He analizado campañas de ‘phishing’ que ofrecen tarjetas de regalo con montos atractivos, pero que en realidad son carnadas para obtener acceso a cuentas bancarias. La táctica del merchandising fraudulento también es recurrente: sitios web con productos aparentemente oficiales de escuderías, respaldados por reseñas falsas que generan una falsa sensación de confianza.
Otra lección clave es desconfiar de los premios falsos. Los ciberdelincuentes contactan a víctimas mediante correos electrónicos o mensajes, ofreciendo entradas gratuitas. Una vez que se comparte la información personal, comienza la extorsión. Y en el ámbito de las apuestas deportivas, las plataformas no validadas pueden comprometer seriamente la seguridad financiera.
Consejos prácticos basados en experiencia real
María Isabel Manjarrez, colega en el campo de la investigación de ciberseguridad, lo ha expresado bien: los grandes eventos crean el caldo de cultivo ideal para los delincuentes digitales. Por eso, insisto en la verificación de canales oficiales. No compren boletos fuera de los sitios autorizados. Eviten a los revendedores; he visto cómo las promociones sospechosas en redes sociales terminan en estafas.
También recomiendo ignorar el ‘spam’ que promete sorteos milagrosos. La protección proactiva es crucial: utilizar un antivirus robusto puede marcar la diferencia entre disfrutar del evento y sufrir un robo de identidad. Que la única adrenalina del fin de semana sea la carrera, no la lucha por recuperar sus datos bancarios.















