El Gran Espectáculo de la Insignificancia Organizada
En un alarde de precisión burocrática que haría palidecer a los dioses, el cometa 3I/ATLAS tuvo la osadía de penetrar nuestro sistema solar sin llenar los formularios correspondientes. Descubierto por el grandiosamente nombrado Sistema de Alerta de Último Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), este insolente viajero interestelar se atrevió a desafiar nuestra comprensión del universo con su mera existencia.
La Máquina Burocrática Cósmica se Pone en Marcha
Ante este acto de rebeldía galáctica, la NASA desplegó inmediatamente su arsenal de siglas y acrónimos: el Hubble, el Webb, el TESS, y hasta el rover Perseverance en Marte fueron movilizados para estudiar al intruso. Porque cuando la humanidad se enfrenta a lo desconocido, responde con más comités y telescopios.
- Tercer intruso interestelar: Demostrando que nuestro vecindario cósmico tiene peor seguridad que un edificio gubernamental después del horario laboral.
- Distancia prudente: Mantiene respetuosos 270 millones de kilómetros, probablemente horrorizado por nuestro caos planetario.
- Horario de visitas: Se le permite mostrarse antes del amanecer, como si fuera un espectáculo celestial para madrugadores.
- Identificación burocrática: La “I” significa “interés”, porque en el universo todo debe estar debidamente etiquetado y categorizado.
- Tamaño indeterminado: Oscila entre 440 metros y 5,6 kilómetros, demostrando que ni siquiera podemos medir con precisión lo que nos visita.
- Velocidad de escape: Viaja a 246.000 km/h, posiblemente intentando huir de nuestra absurda civilización.
Reflexiones de un Planeta Perdido en su Propia Importancia
Mientras este mensajero de otras estrellas pasa fugazmente por nuestro barrio cósmico, nosotros nos dedicamos a darle nombres, medirlo con obsesiva precisión y clasificarlo en bases de datos. El cometa, en su silenciosa e indiferente trayectoria hiperbólica, parece murmurar una verdad cósmica: en la inmensidad del universo, somos apenas un punto azul pálido obsesionado con llenar formularios en triplicado.
Quizás la verdadera rareza interestelar no sea el cometa, sino una especie que, enfrentada a lo infinito, responde creando departamentos, subcomités y presupuestos para estudiar lo que no comprende, mientras ignora los dramas terrenales que sí podría resolver.













