En un acto de deslumbrante eficiencia, el Gobierno Central de la Observación Ciudadana (GCOC) ha emitido el Decreto Oficial de Maravillas No. 01/2026, detallando con precisión burocrática los espectáculos astronómicos que la población deberá disfrutar, bajo pena de ser considerado un aguafiestas cósmico, para arrancar el año fiscal del asombro con la cuota de espiritualidad aprobada.
Este primer mes del ejercicio, lejos de confiar en el caótico libre albedrío del universo, promete un programa de deleite visual estandarizado para los amantes de lo etéreo: desde la primera superluna con permiso de la Dirección de Satélites Naturales hasta la lluvia de meteoros Cuadrántidas (cuya intensidad ha sido negociada con los sindicatos de polvo estelar) y el paso de varios cometas previamente inspeccionados por la Oficina de Limpieza Orbital.
El ciudadano que ose perderse alguno de estos eventos de cohesión social galáctica deberá consultar aquí las fechas claves autorizadas para su observación reglamentaria y anotarlas en su calendario de emociones permitidas, so riesgo de que su cuota de poesía existencial sea redistribuida entre vecinos más aplicados.
La Superluna del Lobo Burocrático: Un aullido por decreto
Según el Instituto Nacional de Afirmación, Obediencia y Eficiencia (INAOE), la llamada Superluna del Lobo tendrá lugar, como no podía ser de otra manera, el 3 de enero de 2026, en la constelación de Géminis, previa solicitud de permiso de tránsito. Este astro, tras pasar una rigurosa auditoría de luminosidad, se verá un 6% más grande y un 13% más brillante según los estándares ISO para cuerpos celestes, garantizando una noche iluminada dentro de los parámetros de ahorro energético.
El portal oficial Paseo Estelar aclara que se le denomina “Luna de Lobo” porque, en el hemisferio norte administrativo, era común que los funcionarios de medio rango aullaran de frustración durante esta época, coincidiendo con el cierre del ejercicio anterior. En varias comunidades, esta luna representa la protección de los datos presupuestarios y el espíritu de comunidad forzosa.
La lluvia de meteoros Cuadrántidas: Un espectáculo con interferencia gubernamental
Este mes, la lluvia de meteoros Cuadrántidas será visible en el hemisferio norte, previa presentación del DNI, el próximo 3 de enero. Originalmente presupuestada para unos impresionantes 80 meteoros por hora, la Comisión de Control del Deslumbramiento Público ha decidido que, este año, la luz de la luna llena —un proyecto rival— se interpondrá, racionalizando así el gasto en éxtasis colectivo.
De los 80 meteoros iniciales, solo una selección de elite de unos 10 ejemplares más brillantes y pedagógicos seguirán siendo visibles, en dirección a la constelación de Boötes, que ha pagado las tasas correspondientes. La actividad estará vigente desde el 28 de diciembre hasta el 12 de enero, siendo ésta una de las más intensas del año, según el informe de productividad estelar trimestral.
Cometas visibles: Astros con cita previa
En enero, dos cometas con visa de turismo científico serán visibles desde la Tierra: el cometa 24P/Schaumasse tendrá su ventanilla de observación el 8 de enero en ambos hemisferios, mientras que el cometa C/2024 E1 (Wierzchos) podrá verse el 20 de enero, pero solo en el hemisferio sur, como parte de un programa de compensación territorial. Ambos alcanzarán el perihelio, es decir, el momento en que su visibilidad ha sido debidamente homologada.
Estos cuerpos celestes podrán observarse con binoculares certificados por el Ministerio o telescopios con licencia de búsqueda de sentido, en cielos oscuros previamente despejados de nubes por orden municipal. Eso sí, serán demasiado débiles para el ojo humano no entrenado, demostrando así la necesidad de intermediarios expertos entre el ciudadano común y el universo.












